LA GRAN MENTIRA DE LOS "RASCA Y GANA"

A lo largo de los años, siglos y milenios, miles de personas han sido engañadas en asuntos religiosos, políticos, ideológicos, mentiras piadosas, mentiras crueles, mentiras, todas ellas. Pero la que a mí más me fastidia, la que más me llena de repugnancia, y que está socialmente aceptada e interiorizada es una muy concreta. Los cartoncitos de "Rasca y gana". ¡Eso es mentira! ¿Pero es que no nos damos cuenta? ¿Nadie va a denunciarlo nunca? Sí, alguien sí, yo. Hoy.

El primer fenómeno extraño, que sucede con esos cartoncillos, es que, no se rasca con cualquier cosa, no. Ya puedes tener un cuchillo, un bisturí, un rascador de espalda, una lija, o una motosierra que, o tienes una moneda, o te niegas a rascar. Esto puede ser una tontería a los ojos del inexperto, pero no lo es. Los empresarios han asignado ese papel a la moneda, para que, la gente se vea obligada a sacar su dinero, y por tanto se sienta tentada a comprar otro cartoncito.

Eso sí, una cosa quiero dejar clara, esto es una denuncia ante un engaño, una mentira masiva que provoca miles de depresiones diarias de gente, que rasca ilusa compulsivamente, un gris y frío material metálico, y que se decepciona y acude a psicólogos que los rallan, ya lo dije antes, y acaban por agravarlo todo. Por eso yo propongo que esos "Rasca y Gana" cambien el nombre por "Rasca, pero lo importante es participar". Por el bien de toda la humanidad.