lunes, 29 de agosto de 2011

LOS COLORES


- El color rojo; a veces a las personas se les ponen los ojos rojos, en esos casos hay que ponerse una pomada en cada uno, y unas gotas en los otros.

- El color amarillo; es el color de cosas que existen desde el principio de los tiempos, como el Sol, o en mayor medida, los Simpsons.

- Las rosas son rojas, las violetas azules, y el que les puso el nombre, idiota.

- El color verde; conocer a un viejo verde decepciona mucho si te has dejado llevar por su nombre.

- Puse un camaleón delante de un espejo y explotó.

- El color negro; hay que usar con cuidado la palabra “negro” para no ofender a nadie. Ejemplo; “ese agujero afroamericano absorbe mucha materia”.

- Los daltónicos confunden colores, por lo que jugar con ellos al parchís, es desesperante.

- El color azul; si tienes la sangre azul, verás la vida color rosa, la gente estará verde de envidia y tu historial laboral en blanco.

- El color marrón; tiene diferentes tonalidades. Tipos de marrón; una mudanza o beige.

- El negro combina con todo; así que un gótico…. El negro no combina con todo.

- El blanco combina con todo; así que un albino siempre va elegante.

viernes, 12 de agosto de 2011

AAAAAAAAAA


La madre del monstruo estaba ahí, con la cuchilla contra el pescuezo de su hijo, tratando de pensar con claridad. Lo había maniatado tomándolo por sorpresa mientras dormía, y no sabia si matarlo o prolongar su miserable y nociva existencia por unos años más, hasta que las tensiones musculares originadas en su propia deformidad acabaran por despedazarlo.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó, como para despejar su mente de disquisiciones superfluas.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó también el monstruo, aterrorizado ante la presión de la hoja de acero contra su garganta.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó la madre, tratando de ahuyentar el impulso de cortar ese cuello sin más demora. La tentación era fuerte, pero no podía ceder ante ella así como así, sin estar completamente segura de que estaría haciendo lo correcto.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó el monstruo, para atemorizar a su agresora.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó ella, mostrándole que no era fácil de intimidar.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó él, agobiado por la impotencia. Cuatro vueltas de alambre de púa mantenía sus piernas, y sus brazos.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó la madre, queriendo infundirse ánimos para asestar la puñalada fatal.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó el monstruo, tratando de impostar la voz y de imprimirle vibrato, como para apelar a la sensibilidad musical de su madre.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó ésta, queriendo acallarlo.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó él, sumido en la desesperación de no saber ya que hacer.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó ella, para ver si repitiendo lo que decía su hijo podía entenderlo mejor.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó él, pensando que si hasta ahora el gritar así lo había mantenido a salvo del avance de la cuchilla, lo mejor que podía hacer era seguir gritando.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó ella, sin razón aparente, y quizá sólo porque era su turno.

-¡AAAAAAAAAA! – gritó él, y este grito sonó como una amenaza de que la próxima vez gritaría más fuerte.

Bien niños, eso es todo por hoy. Mañana estudiaremos la letra "b".

viernes, 5 de agosto de 2011

TITANIC


Os voy a contar una cosa que me sucedió, que en realidad tiene que ver con sucesos más bien trágicos, pero es que, me pasó cuando yo el año pasado, había una cantidad de gente que me decía que tenía que ir, que tenía que ir, y yo lo iba postergando, y al final me decidí y fui a ver Titanic.

Y me pasó que no la pude ver, porque entré en el cine, y la gente estaba muy exaltada. En la sala había un montón de gente que gritaba, no se aguantaba la ansiedad, y es raro porque es una película que aunque no la hayas visto, la gente más o menos tiene que saber cómo termina.

En el cine había una marabunta impresionante, y entonces yo empecé a pedir a la gente que no gritara, y una mujer me dijo;

- Shhh!!!!

Y otro tipo de atrás gritó;

- ¡¡Cállese, basta!!

Y otro le contestó;

- ¿Se puede saber porqué no se calla?

Y yo le dije;

- Shhh!!!

Y alguien de algún lado me gritó;

- ¡¡Silencio!!

Y una mujer le dijo;

- ¡¡Pide silencio y está gritando!!

Y yo le dije a la mujer;

- Shhh!!!!

Y otro tipo de delante me dijo;

- ¡¡Cállese, se parece a una gallina!!

Y el que estaba al lado le dijo, que se callara la boca, y otro le dijo;

- ¿Y usted por qué no predica con el ejemplo?

Y una mujer con voz angustiosa preguntó;

- ¿Se pueden callar por favor?

Y su vecina enseguida le dijo;

- Shhhh!!!!

Y ella le preguntó;

- Shhhh!!!, ¿qué?.

Y otro le dijo;

- ¡¡Que se callen!!

Y ella le preguntó;

- ¿Y yo me tengo que callar y usted no?

- ¡¡Se callan los dos!!, dijo otro tipo

- ¡¡Perdón los tres!!, dijo otro que también se metió

Y otro más dijo;

- ¡¡Sigan, sigan, sigan hablando, no me dejan escuchar!!,

- ¡¡Basta!!, ¿no se dan cuenta que si siguen así van a suspender la función?, gritó otra mujer

- ¡¡Yo pagué mi entrada!!, ¡¡no pueden suspender la función!!, dijo otro tipo

- ¡¡Que nos devuelvan el dinero!!, gritó otro tipo

Y una mujer le dijo;

- ¡¡Le van a devolver el dinero, sólo a los que se portaron bien!!, ¡¡a los que molestaban como usted, no les van a dar nada!!

- ¡¡Pues a ti te van a poner una multa por hablar!!, le contestó él

- ¡¡Ven aquí a decírmelo a la cara!!, gritó ella

- ¿Por qué no se van a pegar a fuera y nos dejan a nosotros ver la película en paz?, protestó otro

- ¿Por qué no te metes en lo tuyo?, le contestaron

Y otro dijo;

- ¡¡Si todos se callaran, estaríamos disfrutando de un excelente espectáculo!!

Y otro le contestó;

-¡¡Si te hubieras abstenido de decir esa tontería, habrías hecho una contribución importante para mantener el silencio en la sala!!

Y otro le preguntó;

- ¿Por qué no miras la viga en su ojo, en vez de mirar la paja en el ojo ajeno?

Y así siguió la cosa, todo el tiempo que duró la película.

miércoles, 3 de agosto de 2011

EL PEO



Voy a empezar hablando de algo desagradable, para mucha gente de mal gusto, ordinario, algo de lo que muchos prefieren que no hable, pero algo tan común como las moscas, algo que forma parte de la vida de todos, desde el más pobre hasta el más respetable, desde el que tiene más dinero hasta el que tiene menos, algo de lo que no hablan los periódicos, ni las revistas, ni los tebeos, voy a empezar hablando; del peo.

El peo, esa masa de aire sin forma definida, ni color, nube gaseosa que no puede definirse ni como líquido ni como cosa, ya que es algo que simplemente, huele. No como las rosas, pero huele. Sin respetar clases sociales, ni profesiones, ni el color de las pieles. El peo simplemente, huele.

Se lo ha tirado el más guapo, se lo ha tirado el más feo, nunca ni ninguno puede negarse que alguna vez, se ha soltado un peo.

El peo, ya puede ser sonoro, o silencioso, ruidoso, por lo bajini, traicionero o incluso caldoso. Está el famoso peo del ascensor, o el peo del egoísta que es el que se pega uno solo para él, enterito en la cama por la noche, o el que se tira uno cuando está solo en el coche.

Está el peo del mamón, que es el que se pega uno y no dice “ná” cuando está en una reunión. Está el peo a traición, que es el que uno cuando va andando y se lo deja escapar, comiéndoselo enterito el que va detrás.

Están también los peos que nunca salieron, el del record, el demoledor, el que se queda a medias o el que sale entero, y el más raro de todos; el eructo, que como bien sabéis se le dice que es un peo en ascensor.

Está el triple peo mortal, el de la venganza, el que nadie oye, el que mancha, el que quema e incluso hasta el que plancha, el peo asesino, el folclórico, el trompetero, y también existen los peos estereofónicos.

¿Quién no ha escuchado eso de; eres como el peo del hortelano?, ¿o eso de; más vale un peo en la mano que ciento volando?, ¿o eso de; en casa del herrero, peos de madera?

Por eso, yo reivindico, pido a voces y a gritos el derecho a peerse libremente, cuando uno quiera, cuando uno bienmente le venga, que parece mentira que en este país todavía se vea feo, que uno vaya por la calle, y se pegue un peo.

Así que, me vais a permitir que yo, con todo el cariño del mundo, con todo el amor de mi corazón, me despida diciendo que; un peo para todos ustedes.