viernes, 19 de diciembre de 2008

LOS TERMÓMETROS


La gente tiene dudas, por ejemplo, ¿es bueno tener termómetros?, todo depende de para qué quieras la fiebre.
Porque cuando yo era niño, mi familia era muy pobre, y no teníamos calefacción, ni estufas, y cuando uno tenía fiebre, era una buena noticia, decíamos;

- ¡¡yuhuu.... u, grados gratis!!.
- El niño tiene fiebre.
- Pues metedlo en la mesa camilla, y nos echamos un cincillo con los pies calentitos.

Son cosas incomprensibles, están llenos de cosas incomprensibles los termómetros, por ejemplo hay una cosa que a mí no me cuadra, es un instrumento médico de precisión, que antes de usarlo hay que agitarlo. Es como si fuera un zumo de melocotón, o un gazpacho de tetra brik, que no es serio, yo no lo aceptaría de verdad, yo me indigno ante la necesidad de agitar un termómetro.

Sin embargo, las madres les encanta, o sea, tienen un nervio especial en el brazo, una especie de superdesarrollado brazo, que les permite coger el termómetro y hacer; ¡¡zas, zas, zas!!, con una energía, como si toda la vida hubieran manejado un látigo.

El termómetro claro, es que pasan cosas curiosas, es que, según las edad que tengas, el termómetro te lo ponen en distintas partes del cuerpo:

- Cuando eres niño, en el culete, que es un poco humillante.
- Menos mal, que cuando eres adulto, ya te lo ponen en la axila, que eso te hace sospechar, ¡¡un momento, un momento!!, si se podía poner en la axila ¿por qué me lo metíais en el culo?.
Yo lo he pensado, y lo peor no es en el culo, lo peor no es en la axila, lo peor es;
- Cuando eres abuelo, que te lo ponen en la boca.

Pero claro, los termómetros son amantes fieles, porque ellos nos quieren de verdad, los termómetros conocen todos los orificios y comisuras de nuestro cuerpo, nos conocen en la salud y en la enfermedad, y si nos siguen queriendo es, porque nos quieren de verdad.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

LOS EXÁMENES


Hoy quería hablar acerca de los exámenes.

Cuando eres pequeño, vives sin exámenes, y eres feliz. Vas al cole, te hacen dictados, te hacen pintar. Yo cuando tenía 6 años, estaba encantado de la vida. Iba saltando, y oliendo flores por la calle. No tenía ni idea de lo que era un notable, un suspenso o un sobresaliente… aunque realmente, todavía hoy, sigo muy bien, sin saber qué es esto último.
Fíjense si no sabía de exámenes, que creía que la matrícula de honor, era la que llevaban en el coche, los héroes de guerra.

Pero los años pasan, y llegan los exámenes. Y ahí, ya descubres, lo que es la cruda realidad.
Tu semblante se endurece, y te vuelves hostil, cabreao, porque no te apetece estudiar.

Recuerdo el consejo, que me dio mi padre un día: “Hijo, ahora si quieres aprobar, vas a tener que hincar los codos”. Y yo, preocupado: “¿Dónde?”. Y mi padre: “¿Cómo que dónde? Pues en la mesa”. Y los hinqué, vaya si lo hice. Aquella tarde, rompí la mesa, y mi codo derecho.

Como no me valía con hincar los codos, opté por las chuletas. Lo que pasaba con las chuletas, era que a veces, de tanto currártelo, te aprendías la lección. Eso era horrible. Porque ahora la chuleta ya no te servía de nada. Pero aún así la guardabas por si acaso.
Lo peor, eso sí, era el momento de sacarla en el examen. ¡Qué tensión! Nunca en mi vida, he vuelto a sudar tanto como entonces. Unos chorretones… Mi cara brillaba tanto, que los demás se veían reflejados. Y si sudaba mucho de la tensión, por sacarme las chuletas, lo peor era, cuando te pillaban. Ahí ya creías morir.

Y si los exámenes, ya eran duros de por sí, luego acababas, y la gente fuera comentaba resultados. Siempre estaban los dos típicos empollones, que lo tenían bien, y te lo restregaban.
Entre ellos decían: “¿La pregunta tres te daba 3’45?” Y el otro: “¡Sí!”. Y se abrazaban, y reían y cantaban en corro cosas de listos, mientras tú, en una esquina, llorabas en silencio… he tenido una infancia muy dura.

Recuerdo una vez al salir del examen, un día que había estudiado muchísimo, pero muchísimo, muchísimo. Salí del examen y le dije al más listo de la clase, con una sonrisita de superioridad:

- ¿Qué has puesto en la pregunta dos, a ver?

Y el empollón:

- He puesto, que el período Barroco, surge entre los períodos del arte del Renacimiento, y el Neoclásico. Cae en un tiempo en el cual la Iglesia Católica, tuvo que reaccionar contra muchos movimientos revolucionarios culturales. Que su arquitectura se desarrolla desde el principio del siglo XVII, hasta dos tercios del siglo XVIII. Y que, es en esta última etapa, donde aparece el estilo rococó. ¿Y tú?

Y tú, asqueado de la vida:

- Yo he puesto...... verdadero.

lunes, 15 de diciembre de 2008

EL CAMBIO CLIMÁTICO


El cambio climático ya está aquí, y estos serán los efectos secundarios, terciarios, cuaternarios y siguentes:

- Los cubitos de hielo se revalorizarán, y los iglús, se declararán patrimonio de la humanidad.
- Nadie podrá beber agua, porque antes de ponerla en el vaso, se evaporará, y se empañarán las ventanas.
- La gente chupará las ventanas, porque estarán llenas de vapor de agua.
- La nocilla no vendrá en vasos, vendrá en ventanas, y la gente chupará el agua de las ventanas de nocilla.
- No existirá el chocolate, porque a nadie le gusta el chocolate derretido.

¿Queremos un mundo así para nuestros hijos?. ¿Queremos que no prueben el chocolate?. Puede que algunos padres, se alegren de que sus hijos, no prueben el chocolate pero... ¿queremos que nuestros hijos chupen ventanas?.

Contiunará...

domingo, 14 de diciembre de 2008

TODO LO QUE QUISO SABER SOBRE LAS FECHAS DE CADUCIDAD, Y NO SE ATREVIÓ A PREGUNTAR


Hay fechas inolvidables, fechas conmemorativas, fechas simbólicas, centenarios, efemérides..., pero la más importante de todas las fechas es; la fecha de caducidad.

Los alimentos perecederos, llevan una vida terrible y cruel, porque llevan tatuada la fecha de su muerte.

Nosotros sabemos cuándo nacimos, y celebramos nuestro cumpleaños.
Los yogures no tienen ni idea de cuándo nacieron, pero saben que el "12 de feb." se van a criar malvas.

¿Os imagináis lo que tiene que ser llevar tatuada la fecha de tu muerte?. Si llevaseis ese tatuaje en el brazo, ¿lo leeríais?, ¿No?. Pues da igual, porque pondría; “Fecha de caducidad: mirar al dorso”, ¿qué les costaba ponerla ahí?.

Creo que lo hacen así, porque si no los alimentos, se deprimirían y se suicidarían.

De hecho, muchas veces, se andan con rodeos para que el mensaje no sea tan directo.
Redactan eufemismos, cosas más suaves como: “Consumir preferentemente antes de....” ¿qué es eso de “preferentemente”?. Que si prefieres seguir viviendo, lo consumas antes de que caduque.

Sólo tengo una duda; cuando los alimentos caducan, ¿van al Cielo?, ¿una lata caducada de foie-gras La Piara va al Cielo?.
Yo creo que sí.
Se encontraría con San Pedro y le diría;

- Hola, pequeña lata de foie-gras, ¿has sido buena?
- ¿Yo?, ¡¡más buena que el pan!!

viernes, 12 de diciembre de 2008

Mini-auto-homenaje por ser mi cumpleaños


Siendo hoy 12 de Dciembre, o séase, mi cumpleaños, quería hablar de unos pequeños seres, con los que tenemos una relación muy rara; las velas.

Que en teoría, sirven cuando hay un apagón, pero, como se usan poco, los guardamos, dentro de un cacharro, que está detrás de unos botes, en el último estante de una alacena, que está escondida.... entonces así, no las encuentras ni con luz.

Las velas siempre hay que tenerlas a mano, aunque sea una vez en la vida, hay que tenerlas a mano. Porque las velas, están con nosotros desde que cumplimos el primer año. Que nos ponen una velita en la tarta. Y nos tenemos que fiar, ¿eh?, claro porque a esa edad, nadie sabe contar.

Imaginaos, que te ponen cincuenta y cuatro velas, no te das cuenta, soplas, y cumples cincuenta y cuatro, teniendo sólo un año, ¿qué haces?.

Una velita pequeña en la tarta, y al año siguiente, otra.

Claro, yo me imagino, que la que viene al año siguiente, ésa viene nueva, pero, la que está, ya tiene experiencia, yo me imagino, que la nueva preguntará;

- ¿Oye, esto de qué va?
- ¡¡No, tú no te preocupes, aquí te ponen fuego en la cabeza, no te agobies, te meten en una sala oscura, con un montón de gente cantando, y luego te soplan!!
- ¡¡Soplando, nos apagan soplando, yo me voy a llevar una rebequita, para no acatarrarme!!
- ¡¡No, llévate mejor un chubasquero!!.

Y cada año más velas, y cada año más velas, claro, como la esperanza de vida de los seres humanos es cada vez mayor, han tenido que inventarse esas velas que hay, que es como un número grande.

Yo no estoy nada de acuerdo con esas velas, claro es que le quita toda la gracia.
Si uno cumple setenta años, que ponga setenta velas, o si no, que no los cumpla.
Y así, tendremos; una super- raza de super- hombres, capaz de soplar super- velas, setenta velas.

Hay otras cosas que no tienen velas, que son los candelabros. La gente tiene candelabros de plata en casa, pero sin velas, ¿por qué no tienen velas?. Y si tienen velas, están torcidas, están como rotas.

La respuesta más coherente, es que la gente no tiene velas en los candelabros, para cuando sí hay luz. Es como tener una botella de agua vacía en la nevera, para cuando no tengas nada que tomar.

jueves, 11 de diciembre de 2008

LOS CABALLITOS DE MAR


Quería hablar de un ser al que todos conocemos, pero no sabemos porqué; los caballitos de mar.

Hay una cosa muy decepcionante de los caballitos de mar, y es que, no se parecen a un caballito, en absoluto se parecen a un caballo.

El mar ha hecho peces que, sí que se parecen a cosas; el pez martillo, sí que se parece a un martillo, el pez sierra, sí que se parece a una sierra.

Todo se parece, o sea, todo lo que sea tema de carpintería, el mar lo clava, el mar lo domina, pero el caballito de mar, ¡¡no!!.Eso no se parece a un caballo.Yo me imagino a los señores que, vieron por primera vez a un caballito de mar.

- ¡¡Oye, oye, mira, mira, acabo de descubrir a un animal de quince centímetros de largo, caparazón dosificado, cabeza tubular, carece de dientes y ninguna extremidad!!.
- ¡¡Oye, pues eso es un caballo!!.

No se parece a un caballo, tú lo miras, y a lo que de verdad, de verdad se parece es a un saxofón.
Claro, que te dan ganas de decir;- ¡¡Mira, un saxofón marino, un saxofón de mar!!. No, porque queda raro.

Pero sabéis que, lo que a mí más pena me da del caballito de mar.Que tú lo ves, que está nadando, haciendo un esfuerzo sobrehumano por mantenerse derecho.Claro, que la gente no lo sabe, pero cómo hacen los caballitos de mar para nadar recto.Que lo ves, y van así como si fueran en bicicleta, pero sin rodines.

Yo creo, que los caballitos de mar, tienen los abdominales más duros que los parachoques de un Volvo.Porque tú los ves, que van así sacando pecho, como diciendo;

- ¡¡Ven aquí, mira, mira como tengo los abdominales, pega, pega y ya verás que estómago tengo!!.
- ¡¡No puedo pegarte, porque no tengo brazos!!. ¡¡como mucho una coz, pero tampoco!!.

Son sin duda, las mejores criaturas de la creación, o al menos, las únicas que no podrían destruir a la raza humana.Por ejemplo; las moscas gigantes, los canguros carnívoros, las tarántulas asesinas, todos esos podrían destruir la raza humana, pero no lo hacen, porque sospecharíamos.Pero un día, se levantarán los caballitos de mar, las bailarinas rodeadas de cisnecillos, las mariposas que tiran de carrozas de flores, las señoras que llevan pamelas de paja, con hociquillo de ciervo.Todas esas criaturas de Satán, un día vendrán del Averno, ¡¡a vernos!!, vendrán a vernos, saldrán de allí, y será el fin del mundo, lo pone la Biblia.Así que, a llevarse bien con los caballitos de mar, si no cuando destruyan a la raza humana, no van a tener piedad.

viernes, 5 de diciembre de 2008

¿EL QUE SE PICA....... AJOS COME?



Hay refranes que se contradicen, como por ejemplo; "EL QUE SE PICA, AJOS COME".

Pero eso es mentira, ¿cómo se va a comer ajos, el que ya está picado?, ¿para qué?, ¿para oler a ajos, y además pasarse el día tirándose pedos?, es que no hay quien se lo crea, y sin embargo, todos los años decimos esa majadería, a la primera ocasión que tenemos de poder decirla, por ejemplo; "el que se pica, ajos come".

Y nos quedamos tan anchos, ¿de verdad habéis visto a alguien que se picara, por ejemplo, conduciendo, y que se parara en el primer área de descanso, para ponerse loco a comer ajos?

El que se pica, se fastidia, y punto, ¿qué culpa tiene el ajo, que es un producto natural y desinfectante, que algunos se piquen por cualquier tontería?.

Los ajos; olerán mal, serán repetitivos o pesados. Pero no tiene culpa de nada.

Yo creo que la culpa de toda esta mentira, la tienes esos listos, que se dedican a escribir refranes, y como saben que a la gente le da igual, pues lo repiten continuamente, pues eso, que el que se pica, ajos come.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

EL ENIGMA DEL PELO EN LA 3ª EDAD


Voy a hablar de unos de los enigmas más enigmáticos de este planeta; el pelo en la tercera edad.

Sabemos muy poco del pelo, está en el ambiente. Sabemos que las abuelas, siempre tienen el pelo muy corto. Eso lo sabemos todos, porque nos hemos acostumbrado a verlo, pero nadie ha pensado que, esa abuela hubo un día, en el que lo tenía largo, y se lo cortó.

O sea, un día dijo;

- ¡¡Ya está, ya soy una señora mayor, me voy a la peluquería, ahora vuelvo!!.

Esa es la elección, ¿cómo se toma?, ¿se consulta en casa?, ¡¡no!!, pues imaginaos a ese pobre marido que, un día ve salir de su casa, a la madre de sus hijos, y que vuelve la abuela de sus nietos. ¿Qué hace ese marido?, ¿qué hace?, pues teñirse el pelo de negro, muy, muy oscuro, pero se olvida de que la barba la siguen teniendo blanca, ¡¡es que no están en los detalles!!.

Claro, y los ves negros por arriba y blanco por abajo, que parece un Mágnum que está derritiendo. Eso sólo lo pueden hacer los señores que tienen pelo, porque luego hay otra opción que, son los señores que carecen de pelo, que se quedan calvos, y dan lugar al clásico abuelo calvo, que a todos nos gusta tener.

Siendo el cabello masculino en la tercera edad un enigma, el mayor de todos, y volvemos al que estábamos, es el cabello femenino en la tercera edad. O sea, lo que ya hemos dicho, un día una señora decide llevar el pelo de abuela, y se lo corta.

Lo curioso es que tú le preguntas;

- ¡¡Oye abuela!!, ¿por qué te has cortado el pelo?

- ¡¡Por comodidad!!, ¡¡sí, porque se seca mucho antes, no se enreda, no molesta el viento!!.

- Un momento, un momento abuela, tienes sesenta y cinco años, ¿qué planes tienes?

Claro, te da la sensación de que tu abuela, ha esperado a llegar a la tercera edad para empezar a hacer parapente, puentig, nadar en los ríos...

Pero, no es eso, porque el pelo de abuela es una maravilla. Esos pelos vaporosos, esos pelos que son como una nube, eso sí que es volumen, que se les cae una maceta desde un sexto piso, y no se enteran, hace “poin”, y se va a rebotao.

Es una maravilla, es como llevar un cojín incorporado. Es fantástico, ¿te quieres dormir viendo la tele?, te duermes, en los trenes te puedes dormir, porque va almohadillado, es como llevar la cabeza embalada para siempre, es como un “airbag”.

¿Qué quieres ir en moto sin casco?, lo mismo, vas con tu colchón ahí puesto.
El problema es que, yo no sé como se consigue esos pelos;

- O bien, usan un champú con levadura.
- O bien, se peinan en la feria, o sea, van a la máquina de algodón de azúcar, y meten la cabeza.

Pues yo creo que, es un pelo nada más, muy, muy largo, que lo doblan, y hacen una especie de montaña rusa, alrededor de la cabeza, pero no lo sé, no lo sé.

El pelo de las abuelas, es uno de los secretos mejor guardados, y que ningún hombre conoce.

Otra de las ventajas del pelo en le tercera edad, es que ves a los abueletes, unos que parecen un Mágnum de chocolate, otros que parecen algodón de azúcar, y otros que parecen chupachus, y dan ganas de comérselos a besos.