Voy a hablar de unos de los enigmas más enigmáticos de este planeta; el pelo en la tercera edad.
Sabemos muy poco del pelo, está en el ambiente. Sabemos que las abuelas, siempre tienen el pelo muy corto. Eso lo sabemos todos, porque nos hemos acostumbrado a verlo, pero nadie ha pensado que, esa abuela hubo un día, en el que lo tenía largo, y se lo cortó.
O sea, un día dijo;
- ¡¡Ya está, ya soy una señora mayor, me voy a la peluquería, ahora vuelvo!!.
Esa es la elección, ¿cómo se toma?, ¿se consulta en casa?, ¡¡no!!, pues imaginaos a ese pobre marido que, un día ve salir de su casa, a la madre de sus hijos, y que vuelve la abuela de sus nietos. ¿Qué hace ese marido?, ¿qué hace?, pues teñirse el pelo de negro, muy, muy oscuro, pero se olvida de que la barba la siguen teniendo blanca, ¡¡es que no están en los detalles!!.
Claro, y los ves negros por arriba y blanco por abajo, que parece un Mágnum que está derritiendo. Eso sólo lo pueden hacer los señores que tienen pelo, porque luego hay otra opción que, son los señores que carecen de pelo, que se quedan calvos, y dan lugar al clásico abuelo calvo, que a todos nos gusta tener.
Siendo el cabello masculino en la tercera edad un enigma, el mayor de todos, y volvemos al que estábamos, es el cabello femenino en la tercera edad. O sea, lo que ya hemos dicho, un día una señora decide llevar el pelo de abuela, y se lo corta.
Lo curioso es que tú le preguntas;
- ¡¡Oye abuela!!, ¿por qué te has cortado el pelo?
- ¡¡Por comodidad!!, ¡¡sí, porque se seca mucho antes, no se enreda, no molesta el viento!!.
- Un momento, un momento abuela, tienes sesenta y cinco años, ¿qué planes tienes?
Claro, te da la sensación de que tu abuela, ha esperado a llegar a la tercera edad para empezar a hacer parapente, puentig, nadar en los ríos...
Pero, no es eso, porque el pelo de abuela es una maravilla. Esos pelos vaporosos, esos pelos que son como una nube, eso sí que es volumen, que se les cae una maceta desde un sexto piso, y no se enteran, hace “poin”, y se va a rebotao.
Es una maravilla, es como llevar un cojín incorporado. Es fantástico, ¿te quieres dormir viendo la tele?, te duermes, en los trenes te puedes dormir, porque va almohadillado, es como llevar la cabeza embalada para siempre, es como un “airbag”.
¿Qué quieres ir en moto sin casco?, lo mismo, vas con tu colchón ahí puesto.
El problema es que, yo no sé como se consigue esos pelos;
- O bien, usan un champú con levadura.
- O bien, se peinan en la feria, o sea, van a la máquina de algodón de azúcar, y meten la cabeza.
Pues yo creo que, es un pelo nada más, muy, muy largo, que lo doblan, y hacen una especie de montaña rusa, alrededor de la cabeza, pero no lo sé, no lo sé.
El pelo de las abuelas, es uno de los secretos mejor guardados, y que ningún hombre conoce.
Otra de las ventajas del pelo en le tercera edad, es que ves a los abueletes, unos que parecen un Mágnum de chocolate, otros que parecen algodón de azúcar, y otros que parecen chupachus, y dan ganas de comérselos a besos.
Sabemos muy poco del pelo, está en el ambiente. Sabemos que las abuelas, siempre tienen el pelo muy corto. Eso lo sabemos todos, porque nos hemos acostumbrado a verlo, pero nadie ha pensado que, esa abuela hubo un día, en el que lo tenía largo, y se lo cortó.
O sea, un día dijo;
- ¡¡Ya está, ya soy una señora mayor, me voy a la peluquería, ahora vuelvo!!.
Esa es la elección, ¿cómo se toma?, ¿se consulta en casa?, ¡¡no!!, pues imaginaos a ese pobre marido que, un día ve salir de su casa, a la madre de sus hijos, y que vuelve la abuela de sus nietos. ¿Qué hace ese marido?, ¿qué hace?, pues teñirse el pelo de negro, muy, muy oscuro, pero se olvida de que la barba la siguen teniendo blanca, ¡¡es que no están en los detalles!!.
Claro, y los ves negros por arriba y blanco por abajo, que parece un Mágnum que está derritiendo. Eso sólo lo pueden hacer los señores que tienen pelo, porque luego hay otra opción que, son los señores que carecen de pelo, que se quedan calvos, y dan lugar al clásico abuelo calvo, que a todos nos gusta tener.
Siendo el cabello masculino en la tercera edad un enigma, el mayor de todos, y volvemos al que estábamos, es el cabello femenino en la tercera edad. O sea, lo que ya hemos dicho, un día una señora decide llevar el pelo de abuela, y se lo corta.
Lo curioso es que tú le preguntas;
- ¡¡Oye abuela!!, ¿por qué te has cortado el pelo?
- ¡¡Por comodidad!!, ¡¡sí, porque se seca mucho antes, no se enreda, no molesta el viento!!.
- Un momento, un momento abuela, tienes sesenta y cinco años, ¿qué planes tienes?
Claro, te da la sensación de que tu abuela, ha esperado a llegar a la tercera edad para empezar a hacer parapente, puentig, nadar en los ríos...
Pero, no es eso, porque el pelo de abuela es una maravilla. Esos pelos vaporosos, esos pelos que son como una nube, eso sí que es volumen, que se les cae una maceta desde un sexto piso, y no se enteran, hace “poin”, y se va a rebotao.
Es una maravilla, es como llevar un cojín incorporado. Es fantástico, ¿te quieres dormir viendo la tele?, te duermes, en los trenes te puedes dormir, porque va almohadillado, es como llevar la cabeza embalada para siempre, es como un “airbag”.
¿Qué quieres ir en moto sin casco?, lo mismo, vas con tu colchón ahí puesto.
El problema es que, yo no sé como se consigue esos pelos;
- O bien, usan un champú con levadura.
- O bien, se peinan en la feria, o sea, van a la máquina de algodón de azúcar, y meten la cabeza.
Pues yo creo que, es un pelo nada más, muy, muy largo, que lo doblan, y hacen una especie de montaña rusa, alrededor de la cabeza, pero no lo sé, no lo sé.
El pelo de las abuelas, es uno de los secretos mejor guardados, y que ningún hombre conoce.
Otra de las ventajas del pelo en le tercera edad, es que ves a los abueletes, unos que parecen un Mágnum de chocolate, otros que parecen algodón de azúcar, y otros que parecen chupachus, y dan ganas de comérselos a besos.
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