lunes, 28 de febrero de 2011

EL MAR


El mar. Masa de agua salada para unos, y cuarto de baño, cuando no te apetece cruzar la playa hasta el chiringuito, para otros. Ha despertado pasiones, desde el principio de los tiempos, hasta nuestros días.

Hoy, al preguntar a la gente qué prefiere, si mar o montaña, un ochenta por ciento elige la primera, un porcentaje que sube hasta el noventa y ocho por ciento, si Mar es el nombre de una chica.

En el mar se pueden encontrar seres fascinantes. Seres que jamás hubiéramos imaginado que existan. Porque… todos conocemos al pez-martilllo o al pez- sierra, pero pocos saben, que también existe el pez-navaja-suiza. Un ejemplar que todo lo que tiene de raro, lo tiene de útil. La pega es, que es casi imposible pescarlo, ya que tiene unas pequeñas tijeras, con las que corta el anzuelo.

También existe el pez-bota. Llevado por el instinto de supervivencia, esta especie ha logrado adquirir la apariencia de una bota. De esta manera cada vez que un pescador lo pilla con la caña, lo devuelve al mar tras verlo, porque piensa que realmente es una bota. Esto hace que el pez-bota no sólo consiga su objetivo de sobrevivir, sino que además cabrea a los pescadores, que se llevan un chasco muy gordo al verlo. Desgraciadamente esta especie tiene un problema a la hora de aparearse, no sólo ha de encontrar un pez-bota del sexo opuesto, sino que además, tiene que ser de su mismo número.

Y por último existe el pez, con un poco más de memoria. Se trata de un pez normal, pero que en lugar de un segundo de memoria, tiene dos. Así que, cuando se encuentra con otro pez, que le dice por ejemplo:

- “¡¡Hola, me llamo Antonio!!”

Él dice:

- “¡¡Hola Antonio!!”

A lo que, el otro pez responde:

- “¿Cómo sabes mi nombre?”

Dejando al pez con un poco más de memoria, muy confundido.

viernes, 25 de febrero de 2011

CÓMO APROBAR EL CARNÉ DE CONDUCIR Y NO MORIR EN EL INTENTO


El ser humano siempre ha deseado poder volar, pero no tener alas ni ser suficiente la retropropulsión aerofágica, o sea los cuescos de toda la vida, aún después de haber comido fabada, siempre nos hemos quedado con las ganas, y ya os digo que hay aviones, hay helicópteros… pero no nos engañemos, vuela la máquina, no nosotros. ¿Y por qué deseamos volar?, pues porque todos en un momento u otro de nuestras vidas, hemos necesitado transporte.

Con lo de volar nunca ha sido nuestro fuerte, no nos engañemos, y caminar da bastante “palo”, que hace ya setenta y dos años del fallecimiento del hombre, que nos enseñó a todos que; “caminante no hay camino”.

Primero usamos los animales, como los caballos, para esa tarea. Y luego cogimos un montón de esos animales, los metimos dentro de una máquina que llamamos coche, y empezamos a conducir.

Pero conducir, no es una habilidad como caminar, que ya viene de serie instalada en el ADN. Esto hay que aprenderlo, y para eso, se crearon las autoescuelas.

Una autoescuela es un lugar por donde un módico y casi simbólico precio, unas cuantas personas, normalmente de carácter afable y simpático, sin apenas ningún ánimo lucrativo, te enseñan a la perfección, y con total precisión, a utilizar esas máquinas, llamadas coches.

Bueno… ¿a quién quiero engañar?, una autoescuela es básicamente, todo lo contrario de lo que he dicho. Un sitio donde el objetivo es “sangrarte”, hasta el último céntimo de tu cuenta corriente, y si no la de la tus padres, o la de tus abuelos, si es necesario. En el que, unos presuntos profesionales que dan por hecho que no tienen ninguna necesidad de ser simpáticos, porque saben que los necesitas, te dan cuatro consejos para aprobar un examen.

Soy consciente que con esto, me estoy enemistando con otro gremio más. Pero es que, es verdad. Ya está bien. Ya va siendo hora, que alguien tenga el valor de denunciar algo, que ya va siendo un abuso, y un robo descarado, desde que el mundo es mundo.

Conducir no es un lujo, como nos quieren hacer ver, es una necesidad, si yo pudiera no conduciría, me gustaría poder teletransportarme, pero la tecnología se toma su tiempo, y todavía no es posible.

Vamos por parte, analicemos el fenómeno de la autoescuela. Primero de todo; tú acabas de cumplir dieciocho años, que es la edad mínima y necesaria para poder acceder. Vas a la autoescuela, y lo primero que te encuentras, suele ser a la recepcionista/ secretaria. El proceso es el siguiente; paso número uno, pagar la matrícula, ¿del coche?, ¡¡No!!, ¡¡de la autoescuela!!.

Que es algo que nunca he entendido. Tengo que pagar entre dos cientos y tres cientos euros, ¿para qué?, ¿para que pongáis mi nombre en una ficha, le peguéis una foto, que también he pagado y yo, y la metáis en un cajón?.¡¡ Si voy a tardar un mes o dos en sacarme el carnet, y luego no pienso volver nunca!!.

Luego el tema de la teórica; vais a ir a clase, en la que un profesor os va a explicar el contenido de un libro, del que no tenéis que aprender, absolutamente, nada. Sólo memorizar, como los loros.

El libro de la autoescuela, es el libro más triste del mundo editorial universal, ¿por qué?, pues porque aunque sea uno de los libros más vendidos de la historia, a la vez es el menos leído, porque nadie se lo lee, y eso, al pobre libro, en su pequeño corazoncito de papel, eso le duele.

Que me lo imagino en su estantería en la tienda de libros, triste, sollozando, sin ganas de vivir. Que se le acercará algún posible comprador, y el libro lo mirará, con la mirada perdida, mientras piense:

- “¡¡Sí, sí, cómprame!!”, “¡¡cómprame y déjame olvidado en cualquier rincón de tu casa!!”, “¡¡si no me importa, estoy acostumbrado, estoy hecho a la idea!!”.

¡¡Pobre libro!!, que luego sólo te acuerdas de él, cuando algún amigo tuyo te dice:

- “¡¡Oye!!, ¿podrías prestarme tu libro de autoescuela?.

Y el pensamiento reflejo es:

- “¡¡Sí, sí, si me acuerdo donde lo dejé tirado, te lo regalo!!”

Y este, es un momento terrible en la vida del triste libro de la autoescuela. Porque cuando nota tu presencia, oye tus pasos hacia él, se emociona. Le empiezan a temblar las páginas, le sudan las tapas, y piensa:

- “¡¡Es posible!!”, “Es posible que llegue el momento, en que alguien me lea de verdad!!”

Y cuando lo coges, se emociona más aún, de sus grapas le brotan lágrimas de tinta. Es un libro feliz, por poco tiempo, porque a la que ve que cambia de manos, y es regalado a un desconocido, que a su vez vuelve a dejarlo tirado en otra esquina de su casa, el corazón del libro, se parte en mil pedazos.

Que una vez estás preparado, y has memorizado la teoría de cabo a rabo, has de ir al examen teórico, que es un momento chungo también, por los nervios. Pero es que, la cosa se va complicando según pasa el tiempo. Porque en mis tiempos, eran cuarenta preguntas, y podías hacer hasta cuatro fallos. Ahora son treinta preguntas, y puedes hacer tres.

Siguiendo la línea, luego serán veinte, y podrás tener dos fallos, luego diez preguntas y un fallo. Y al final te darán un revolver con una bala en la recámara, tendrás que ponértela en la frente, y sobrevivir a cinco intentos de disparo…. ¡¡Enhorabuena!!, ¡¡ya tienes la teórica!!.

Y luego vienen las prácticas del coche. Prácticas llevadas a cabo por profesores, que en seguida te das cuenta, que son personas que valen mucho más que tú. O sea, su valía para la sociedad es infinitamente más, de lo que tú puedas hacer en tu triste vida.

Porque una hora de tu tiempo, ¿cuánto vale?, ¿cinco, seis euros?, ¡¡pues no!!. Sus cincuenta minutos de su tiempo, valen treinta y ocho euracos. Y demos gracias, que no las cobrasen a dos cientos euros, porque las acabaríamos pagando igual.

Porque otra cosa, no. Pero un profesor de prácticas es muy consciente de su poder, y sabe cómo utilizarlo. Se puede decir, tranquilamente, que son los jefes de lo que vendría siendo el desánimo. Son unos cracks, utilizando la ancestral técnica de la desmotivación.

Porque puedes llevar ciento cuarenta y ocho prácticas, que da igual, que nunca, absolutamente, nunca, te verán suficientemente preparado para el examen, y siempre te acabarán diciendo:

- “¡¡Uy, uy , uy, el examen es el próximo martes, te veo flojito!!”, “¡¡todavía no controlas mucho, te noto inseguro!!”, “¡¡yo creo que habría que hacer como mínimo, siete prácticas extras más, antes del examen!!”.

Eso sí, en el examen práctico, has de ir preparado, porque si no lo estás, te aseguro que suspenderás. Porque no se mide si sabes conducir o circular, se mide la capacidad de aguantar la presión que tienes. Principalmente porque el examinador, suele ser un colega que se sienta detrás, siempre en el asiento derecho trasero, y va con una carpetita y un bolígrafo. Un bolígrafo con el que apuntará, todos y cada uno de los fallos que cometas, y eso presiona.

Que si vieras por el retrovisor del coche, te encuentras con su mirada fría y casi burlona. Y créeme, si quiere suspenderte, te suspenderá. ¿Así sin más?, ¡¡No!!. Tiene su mecanismo. Por ejemplo; te meterá en lo que viene siendo una rotonda de trece salidas, en hora punta, en ese momento en la que todas las madres van a buscar a sus hijos al cole, los oficinistas salen a comer, los currantes de las fábricas vuelven a casa después de su dura jornada laboral, hay camiones descargando mercancía, y encima… ¡¡está lloviendo!!.

El examinador te dirá que entres en la rotonda, te hará dar cinco vueltas, rollo gallinita ciega, y luego te dirá; “¡¡ahora salga por la salida número nueve!!”. Que te habla de usted, no por respeto, sino porque sabe que así te presiona más.

Resultado: “¡¡lo siento pequeñín, has suspendido!!”, “¡¡más suerte la próxima vez!!”.

¿Qué pasa si has suspendido?, bueno… tienes un número de intentos, que si los sobrepasas, lo que ocurre es que tienes que renovar papeles. Esta broma te suele costar, sólo unos dos cientos euros más, aproximadamente. Que es cuando piensas; “¡¡pues no veas si está caro el papel hoy en día!!”. Podrían utilizar papel reciclado.

¡¡Pero no!!, te cobran tanta pasta, porque… con ese dinero, lo que les pagas es, un billete al Amazonas, para que puedan talar los árboles necesarios, y traerlos de vuelta, con equipaje facturado, para luego fabricar su propio papel en la autoescuela.

Total, ¿para qué?, pues para que al final, consigas aprobar tu examen, que eso es lo único que conseguirás en la autoescuela.

sábado, 19 de febrero de 2011

LOS E-MAILS EN CADENA


Tengo que informaros de algo terrible. He estado echando cuentas, porque aunque soy de letras, lo de sumar tampoco lo llevo tan mal, y a día de hoy, tengo acumulados tres mil cuatrocientos veintisiete años de mala suerte, me he muerto de manera trágica unas diecisiete veces, no encontraré el amor verdadero ni en esta vida ni en las próximas tres reencarnaciones, y me han cerrado la cuenta del Messenger cuarenta y cinco veces más, como mínimo.

Y puede ser, que estéis pensando que soy un zombi inmortal, pero no, a mí lo que me ha pasado es que, he recibido cientos de e-mails en cadena desde que tengo Internet, y como nunca los he reenviado, estas son las consecuencias.

¿Sabéis como funciona esto?, ¿no?, un amigo tiene tu e- mail, y te hace llegar un correo. Tú que eres inocente, lo abres, lo lees, y si no cumples sus órdenes, te espera un destino terrible. Pero esto es un fenómeno que requiere de un análisis en profundidad. Hablemos de e-mails en cadena.

Primero de todo, y más importante, estas movidas, ¿quién las empieza?, siempre tiene que haber alguien que empiece todo esto, digo yo, ¿quién empieza estas cosas?, ¿quién puede ser tan mala persona, para lanzar un mensaje con tan semejante contenido así porque sí?. Y encima a sus propios amigos.

Yo creo que esto sólo puede ser obra de algún friki maligno y resentido con la Humanidad, y que sepa mucho de ordenadores.

Pero con diferencia, el mejor e-mail en cadena, que me ha llegado es uno que convierte automáticamente tu ordenador en un oráculo, rollo mitología griega.

Un mensaje que te dice, que además de enviarlo a todos tus amigos, te concentres durante treinta segundos, des tres vueltas en la silla del escritorio, luego aprietes la tecla F8, y en la pantalla aparecerá en letras grandes y rojas, el nombre del amor de tu vida.

Yo te juro que pagaría dinero, sólo por poder ver a alguien mientras hace esto, y ver la cara que pone antes y después de apretar F8, ¿somos tontos, o qué pasa?. Vale que tengas tus creencias en el más allá, en los espíritus, en Dios, en lo que quieras, pero…. que se están riendo en tu cara, ¿es que no te das cuenta?.

viernes, 18 de febrero de 2011

LOS ELECTRODOMÉSTICOS


Tal vez estéis pensando que, ¿a santo de qué, un monólogo sobre electrodomésticos?, pues…. principalmente, porque si tienes un buen exprimidor, se le puede sacar mucho jugo a este tema.

¿De verdad necesitamos tantísimos electrodomésticos en una casa?. Tenemos electrodomésticos para todo, hasta para las cosas más innecesarias.

Aclaración rápida; un electrodoméstico es una máquina que, de forma automática, hace parte de una tarea doméstica, y lo que falta lo hace tu madre. Bueno…. eso es lo que yo pensaba hasta los quince años, luego ya la cosa cambió un poquito. Es lo que tiene hacerse mayor.

Hay un cacharro para cada cosa. Si es que, ha llegado un punto, en el que parece que vivamos en la segunda residencia de Terminator, ahí venga máquinas, y venga máquinas, incluso cosas que no son necesarias, venga electrodomésticos al canto.

Uno de los principales es; la lavadora. La lavadora vendría a ser el Pachá de la ropa sucia. Porque tu abres la portezuela, metes la ropa, le echas detergente, y eso empieza a dar vueltas y más vueltas…. ves que incluso va con ritmillo (pum, pum, tum, pum, pum, tum, pum, pum, tum…) y encima se convierte en un festival de la espuma, e incluso hay lavadoras que tienen la puerta de cristal o de plástico, y se puede ver como la ropa se lava, y tal como está la tele últimamente, yo prefiero ver la ropa centrifugándose que según qué programas.

Otro electrodoméstico indispensable es; la nevera. Que algunas también tienen congelador. ¿Cómo sabemos si nos encontramos ante una nevera de toda la vida?. Primero, porque si la abres está frío. Esto es así. Y si no lo está, te has equivocado, y has abierto un armario, o el horno. No hay más, ha de estar frío. Pero maticemos, porque en el mundo de las neveras, no hay nunca un punto intermedio, o enfrían a muerte que parece que hayan teletransportado la Antártida a tu cocina, o no enfrían nada.

Y uno de los más modernos, aunque lleva ya muchos años, y que se puede encontrar en todos los hogares del planeta es; el microondas. También conocido como el sustituto casi perfecto de una madre cuando te vas de casa. Cuando vives con tus padres, tu madre suele hacerte la comida, y cuando vives solo…. tu madre sigue haciéndote la comida, sólo que metida en tupperware, y el microondas la calienta. ¡¡Hacen tan buen equipo!!. Pero aún así, ¿cuál es el uso más extendido del microondas, vayas a la cocina que vayas?, ¡¡calentar leche!!.

Un cacharro que tampoco es muy caro, pero que vale su dinero, que ofrece unas posibilidades casi infinitas para cocinar, y ¿para qué lo usamos?, ¡¡para calentar leche!!, ¡¡sí señor!!.

Luego existen unos electrodomésticos más pequeños, y más específicos, que por norma general siempre están bautizados con nombres coherentes y lógicos. Por ejemplo; la tostadora, ¿para qué sirve?, ¡¡para tostar!!. El exprimidor eléctrico, ¿para qué sirve?, ¡¡para exprimir!!. La plancha, ¿para qué sirve?, ¡¡para fastidiar!!. No entiendo la manía de llevar la ropa planchada. Los viejos son muy sabios. Y no dicen los viejos que; ¿“la arruga es bella”?. ¡¡Tanto planchar!!, ¡¡tanto planchar!!.

Pero hay más, la batidora, ¿para qué sirve?, ¡¡para batir!!, la freidora, ¿para qué sirve?, ¡¡para freír!!. La licuadora, ¿para qué sirve?, ¡¡para licuar!!, la termomix, ¿para qué sirve?, bueno…. tiene que haber excepciones. No todo va a tener un nombre tan preciso.

domingo, 13 de febrero de 2011

LOS MÓVILES


La humanidad está infectada. Infectada por un virus, un virus que se propaga. El virus del móvil.
Móvil… ¿por qué se llamará móvil, si no se mueve?. Que lo llamen portátil. Vale que portátil ya está cogido, pero un portátil no es portátil, ni móvil. Llamar portátil a un portátil, o móvil a un móvil, es como llamar fijo, a un teléfono que no se mueve… vaya, quizás no es el mejor ejemplo.

Y es que ahora ya, no es fijo que la gente tenga un fijo en sus casas, sino un móvil, un móvil portátil, que no un portátil móvil, porque un portátil móvil no sería un portátil, sería ...

¡Basta de disertación léxico-científica!. Los móviles son la droga moderna. La prueba clara, evidente y definitiva de que el móvil es una droga, son las rayas. Cuando se te acaban las rayas, estás perdido.

Y es que las rayas siempre expiran en el momento menos oportuno. Desde luego, estoy hablando de las rayas de batería y cobertura. ¿Cobertura…?, cuando me regalaron el móvil, creía que no se podía sacar al aire libre. Que sólo se usaba en sitios cubiertos. Luego descubrí que sí, y se me acabó la batería. Así que me compré una guitarra.

Yo ya no recuerdo como vivía antes de tener móvil.

Todos los tenemos, aunque en realidad, no sean más que un instrumento de los alemanes, para dominarnos a todos. Sí, sí. Lo digo en serio.

Los alemanes han hecho mucho por la tecnología de los móviles. Van de benefactores de la humanidad, pero... detrás, se esconde una compleja trama de intereses, porque... ¿cuál es la primera consecuencia de usar el móvil?, pues que todos hemos acabado escribiendo, en alemán:

“Qtal?sproqtvayatodognial,tbo,diezenkasaPp,nofalts,bss”

Y así se empieza. No digan que no les avisé.

El móvil nos ha cambiado la vida, y para mal. Es decir, antes los móviles tenían poca memoria, y ahora tienen mucha. En cambio nosotros, antes teníamos un poquito de memoria, y ahora tenemos… Nada.

Antes nos sabíamos los teléfonos de nuestros amigos y familiares, y ahora que levante la mano quien se sepa más de cinco teléfonos de memoria. Y el 112, el 091 y el 11811, no cuentan.

Cada día tenemos la memoria más estropeada y más deteriorada, y no es por la radiación electromagnética, es porque ahora ya no necesitamos la memoria para nada. ¿El teléfono de tu madre?, la apuntas en la agenda del móvil. ¿Fecha de cumpleaños de tu hermano?, lo apuntas en el móvil, y si no, te lo chiva el Facebook, que nunca pensé que una página web me llegaría a ayudar tanto a mantener las relaciones con mis amigos y parientes.

Si es que, a este paso ya no hará ni falta de acordarnos de las caras de las personas. Llegará un día en el que nos encontraremos a alguien por la calle que nos salude, y habrá que comprobar en la galería de imágenes del móvil en plan: “¡¡a ver, a ver, este no, a ver, a ver, ahhh sí!!”, “¡¡Hola papá!!”.

Y si en algo nos ha cambiado la vida el teléfono móvil, es que ha llegado a un punto, en que tu vida depende de él por completo. Y no porque tengamos que llevarlo siempre encima, o dormir con el móvil en la mesita de noche, ni tampoco porque si se te olvida el móvil en casa, sientas que vas medio desnudo por la calle, tampoco.

Nuestro móvil se ha convertido en una extensión más de nuestra vida, o al menos eso es lo que piensa mi madre. Que si me llama, y el móvil no da señal, ella ya va llamando a la policía para que busquen mi cadáver. Porque no es posible pensar que me haya quedado sin batería, o que no tenga cobertura, no. Si el móvil no da señal, y yo no contesto, es que me he muerto o estoy a puntito de palmarla ahí moribundo perdido. Cosas de madres y de móviles o de madres- móviles que es un nuevo concepto.

Así que, no os voy a pedir, porque yo también me incluyo, un poquito más de cordura con el uso del teléfono móvil, porque a fin de cuentas, si hemos vivido tantos millones de años sin ellos, y no nos ha ido tan mal, tampoco va a pasar nada si nos olvidamos un poquito de tanta comunicación electrónica, y así igual podemos volver al contacto real, que a mucha gente tanta falta le hace.

sábado, 5 de febrero de 2011

EL DUELO


(Henry y Charles se citaron para celebrar un duelo)

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(Empezaron a alejarse mientras contaban: "uno, dos...")

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("Tres, cuatro...")

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("Cinco, seis..." Y Charles sacó su revólver)

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(Sin esperar a llegar a diez, Charles disparó contra Henry)

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(Henry, al oír el disparo, se giró y desenfundó su arma. Desgraciadamente, había ido con prisas esa mañana y, en lugar de un revólver, había cogido un boomerang)

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(Henry, consciente de que la bala se acercaba, lanzó el boomerang con toda sus fuerzas contra Charles)

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(Por desgracia, Henry no tenía mucha fuerza y el boomerang empezó a volver antes de lo que hubiera deseado)

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(Henry intentó huir del boomerang y de la bala de Charles, aunque como no hay tres dimensiones en estos dibujos, lo hizo en la dirección a la que iban tanto el boomerang, como la bala)

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(Henry corrió con todas sus fuerzas, pero no fue suficiente, el boomerang primero, y la bala después impactaron contra su cuerpo)

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(Henry cayó al suelo)

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(Charles se acercó lentamente a Henry)

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(Cuando estuvieron cara a cara, Henry dijo: "¡¡Maldito boomerang!!. Mira que equivocarme, desde luego llevo unos días, que no doy pie con bola. Y a ti ya te vale dispararme, cuando solo íbamos por el seis")

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(Charles respondió: "¡¡Ostras, es verdad que era a la de diez!!. ¿Sabes qué pasa?. Mi familia tiene gallinas y, como contamos los huevos por docenas, he pensado que contaríamos seis o doce. Y doce, me ha parecido mucho, ¿sabes?)

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(Henry no dijo nada y finalmente, murió)

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(Charles, apenado por su error numérico, se apuntó con su revólver, y disparó)

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(Fin)

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Moraleja: Por favor, contemos los huevos por decenas, comos los demás productos. Si no lo hacemos, mucha gente podría morir.