sábado, 28 de agosto de 2010

EL FÚTBOL


Toda esta movida empezó cuando el ser humano pasó de ser un australopitecos, que básicamente era un mono que caminaba a cuatro patas, a hommo erectus. Fue en el momento en el que empezamos a caminar a dos patas.

Porque igual pensáis que esto del fútbol es moderno y tal, pero no, esto viene de lejos, de muy lejos. Y la explicación es muy sencilla. Pensad en un animal que camine a cuatro patas, por ejemplo un perro. ¿Por qué un perro se defiende, y ataca usando los dientes?, pues porque no puede dar patadas. Y así empezó esto del fútbol, por la inherente necesidad, casi biológica, del ser humano de patear cosas.

Por eso, hoy en día, nos gusta tanto pegarnos largas pateadas, o cuando alguien nos cae mal lo tratamos a patadas, o cuando alguien nos molesta le damos una patada en el culo. En cambio, los animales que caminan a cuatro patas, los cuadrúpedos, no pegan patadas, pegan coces, como los caballos o los burros. Se inventase el fútbol de esa manera, sería un poco más complicada, aunque al final la diferencia con los burros, tampoco fue tanta.

Pero lo importante del fútbol es, que nos gusta mucho pegar patadas, pero ¿a qué?. Porque pegarle patadas a la gente, quieras que no, es una falta de respeto, así que se buscó algo que patear sin herir a nadie. Y así se inventaron las pelotas. Pero los inicios de las pelotas, desanimaron un poco a la gente, porque como por aquellos entonces, no se conocía ni el cuero ni las cámaras de goma, pues las primeras pelotas eran de piedra.

Y quieras o no, chutar una piedra, era doloroso bidireccionalmente, primero para ti, que es el que recibe el primer golpe, y te dejas el pie hecho polvo, y segundo para quien recibiera el pelotazo, que quieras que no, eso se llama lapidación.

Así que al principio el fútbol, no era muy popular, hasta que se mejoró el formato, y ya se inventaron pelotas que no dolieran demasiado al chutarlas. La cosa fue mejorando, hasta tener los balones de cuero de hoy en día, más suavecitos y menos dolorosos.

Luego ya llegó el momento en el que se necesitaba algo, a lo que chutar esos balones, y se inventaron las porterías, que suelen ser de unos cuatro o cinco de largo, y dos coma cinco de alto, que las miras y dices; “¡¡marcar un gol es muy fácil!!”. Claro, pero porque ahora estamos jugando a la versión chupada del fútbol, rollo dificultad “very easy”. Porque tiempo atrás, los mayas o los aztecas en general, hacían lo mismo, pero en vez de porterías rectangulares de cinco metros, tenían una especie de portería de veinte centímetros de diámetro, y que encima estaba a cuatro metros de altura colgada en la pared, ¡¡que anda que no se lo pasaban bien!!.

Pero entonces, para dar más espectáculo, ya se mejoró el tema, y ahora tenemos porterías bien grandes, para que porteros como Ed Warner de Oliver y Benji, (que para ser japonés tenía un nombre bastante americano), pueda hacerse una palomita, y estarse flotando en el aire durante tres minutos, y si por lo que sea, el efecto del balón le ha engañado, que puede ser, pueda darse la vuelta, apoyarse en el palo contrario para impulsarse, y volar durante cinco minutos más en dirección contraria, porque eso quieras que no, en una portería de veinte centímetros, pierde el encanto.

Y es que el fútbol mueve montañas, aquí en España se le llama el deporte rey, ¡¡pero eso es muy injusto!!, ¿en qué momento subió al trono?, ¿quién lo coronó?, porque a mí me parece, que este deporte fue un poco como Napoleón, y que él mismo se puso la corona.

Pero sí es cierto que en este país, la inmensísima mayoría, somos unos súbditos fieles, porque cada fin de semana le rendimos pleitesía, y lo adoramos como si fuera un dios.

Entonces se inventó el futbolín, ¿qué es un futbolín?, es una especie de juego que se inventó un asturiano para simular fútbol cuando no hay fútbol. Pero si lo analizas bien, es bastante sádico.

Porque tú miras a los jugadores, que están en el terreno de juego, siempre con la clásica estrategia tres - cuatro – tres, que esto no falla nunca, que están hechos de metal o de madera, pero que están ensartados con una barra metálica a la altura de las costillas, eso en mi pueblo se llama empalamiento, y además siempre un futbolín, cuando ya tiene un tiempo, no es un juego alegre y festivo, parece más bien, una enfermería de la Segunda Guerra Mundial, porque al jugador que no le falta un brazo, le falta una pierna, o no tiene cabeza, o yo que sé.

Es un esclavismo, porque por ejemplo tú estás currando, te cortas un brazo, te dan una baja por discapacidad, cobras pasta mientras estás en tu casa, y no vuelves a trabajar nunca más. Pero esos pobres muñecos, ¡¡madre mía!!, un poco de misericordia, que yo he llegado a ver muñecos de futbolín sin brazos, sin cabeza, y con una sola pierna, y los siguen teniendo ahí puestos, que serán muñecos, ¡¡pero pobrecillos!!.

martes, 24 de agosto de 2010

LOS BOLÍGRAFOS


Es prácticamente imposible acabar un bolígrafo.

Que a un bolígrafo se le acabe la tinta, eso, aún no se ha dado. No ha pasado jamás.

Sus tres causas principales de mortalidad son; A) pérdida o desaparición del mismo, B) cese misterioso de sus funciones vitales, y C) hemorragia atroz.

Sobre la desaparición de los bolis, sabemos muy poco, pero… un día, el boli desaparece, y no lo vuelves a ver. Yo me pregunto, ¿dónde van todos esos bolis que desaparecen?. Es como si se desmaterializaran, y no es posible. En algún sitio tienen que estar, como muy bien anunció el Principio de Termodinámica; “la energía ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma”. ¿Dónde van esos bolígrafos?. Yo no sé cuántos he perdido en mi vida, pero si estuvieran todos juntos, se verían desde el cielo. Eso tiene que ocupar un lugar. Y dicen, esto no estoy yo seguro, que hay un lugar legendario, un mítico cementerio de bolis, y que es allí, donde van antes de morir.

Por eso un boli nunca se acaba, porque antes de que llegue el momento fatal, se aparta de la manada, para morir en paz.

La segunda causa de mortalidad de los bolígrafos, es el cese de sus funciones vitales. O sea, el boli tiene tinta, pero no escribe. En estos casos es muy divertido, porque el ser humano no sabe qué hacer. Te desconcierta. Lo primero que se te ocurre es, coger el boli y mirar la bolita que tiene en la punta, como si ahí fuéramos a encontrar la solución, como si ahí hubiera un interruptor de “pinta”, “no pinta”, a ver si está en “no pinta”.

Entonces la bolita, te mira como diciendo; “¡¡sí, he sido yo, qué pasa!!”. Como desafiando; “¿qué vas a hacer?”, “¿me vas a echar el aliento?”, “¿me vas a soplar?”, “¿me vas a agitar?”.Claro, hacemos todo eso, lo intentamos todo, chupamos el boli, aspiramos, soplamos, como si le hiciésemos el boca a boca, pero no conseguimos nada, rayas en el papel, nos pintamos en la mano, pero…. Nada. Hasta que llega un tío, con pinta de entendido y dice; “¡¡déjame a mí!!”. Y se pinta el zapato.

La tercera causa de mortalidad de un bolígrafo, es la más dramática de todas; la hemorragia atroz. Están los bolis en el lapicero o en un bolsillo, y de repente; ¡¡zas!!, hemorragia. Te asomas al fondo de cualquier lapicero, y siempre hay como unas manchas de color tornasolado, como de tinta seca, una goma elástica pegada que se ha quedado como fosilizada también en la propia mancha, un clip ahí muy triste y un olor a tinta, a hemorragia de bolígrafo. Un olor sólo comparable realmente a su sabor.

A todos nos ha pasado, todos hemos degustado las delicias, a todos nos se ha destintado alguna vez un bolígrafo en la boca. Sabe amargo y arenoso, es una textura rara. Yo aconsejo no chupar bolis, pero sé que es inevitable. Hay una glándula en el cuerpo, que segrega un liquidillo que te obliga cuando tienes un boli, y quedarte pensando llevártelo a la boca.

Lo peor es, cuando te das cuenta de que estás chupando un boli, en casa ajena, y dices; “¡¡Santo Dios, esto quién lo habrá chupado antes!!”. O en Correos, ahí es muchísimo peor, y piensas; “¿cuánta gente habrá besado pensativa, el culo de un boli en Correos?”.

Yo creo que los culos de bolis de Correos, están más mordidos que un hueso de aceituna. Eso es como un museo de saliva de toda la gente del barrio. Es como si fuera una valiosísima colección de ADN, y por eso están atados. Yo pensaba que los ataban para que la gente, no los enviara por Correo, pero no, no, es un valiosísimo legado del testimonio genético de todo un barrio. Atar lo bolis en Correos, es una atrocidad humana. Porque son los únicos bolis, que se quedan sin tinta en nuestras manos, porque no pueden retirarse al mítico cementerio de bolis. Como están atados, se les va acabando la tinta, y lo que un boli coherente diría; “¡¡me retiro a morir en paz!!”, no lo puede hacer.

Entonces, alguno consigue romper el cordel y se escapa a morir en paz, donde el cementerio de los bolis, pero cuando no puede, el boli sufre.

El final de los bolis es interesante. Los bolis se pierden antes de acabarse, o dejan de escribir, o se desangran. ¿Y dónde acaban todos esos bolis?, ¿dónde está ese mítico cementerio de bolis?. En casa de los abuelos. En las casas de los abuelos, hay una especie de cacharro grande en el centro de la mesa, o cerca del teléfono, lleno de bolis, y no pinta ninguno. Bolígrafos vacíos, de pulsador, rotuladores secos, portaminas vacíos, un clip allí metido con todo eso, un lápiz, que es lo único que pinta.

De hecho los abuelos utilizan siempre el lápiz, porque es lo único que pinta. Y cuando somos niños, escribimos con lápiz, y cuando alcanzamos el rango suficiente, nos pasan a boli en el colegio. Es como subir a primera división, es como un ascenso.

Pero los abuelos, que han vivido mucho tiempo, saben que en el origen está lo bueno, y allí, junto al origen, está también, el fin de todos los bolis.

miércoles, 18 de agosto de 2010

LA BARBA


La vida de un hombre, va marcada por un montón de cosas. Acontecimientos que convierten pequeños hechos, en un antes y un después. Primero naces, porque para ser un hombre, quieras que no, es necesario.

Luego empiezas a andar, dices tus primeras palabras, y después de un montón de cosas más, llega uno de los momentos más esperados por todo niño. Todo empieza con un leve picor, y algún que otro granito. En ese momento, cual jardín en primavera, los pelos empiezan a abrir y a romper tu piel, así como la tierra se quiebra al paso del nacimiento de la hierba, pintando tu cara de bonitos puntos negros. ¡¡Es oficial, ya tienes barba!!.

Bienvenido a la etapa adolescente, chico. Pero todo tiene su proceso, y no os penséis que la barba sale así de un día para otro, ¡¡no!!. La barba en general, eso que entendemos como vello facial, se toma su tiempo. Primero salen los pelitos del bigote, que más que bigote es bigotillo, pero que no sé quien fue el inteligente, que a esto le puso nombre especial, y le llamó pelusilla.

Luego te empiezan a salir pelos en las patillas, debajo del cuello, y finalmente se acaba cerrando por los lados. Y ahora sí, ahora si puedes decir orgullosamente, de que tienes barba. Ya eres todo un hombre.

O una mujer todo dejada, porque a las mujeres también le sale vello en la cara, que lo mismo pensáis que no, porque no es habitual. Pero porque son muy listas, y lo disimulan. Lo guay de ser una mujer, y tener barba, es que es algo que se puede rentabilizar, porque si eres un desecho social, que no vales ni para estar escondida, y no tienes capacidad ni habilidad para dedicarte a nada más, pues… simplemente, puedes dejarte crecer barba, y trabajar en un circo.

¡¡Sí, chicas!!. Si veis que el paro os ahoga, y no llegáis a fin de mes, podéis convertiros, sin apenas esfuerzo, en una mujer barbuda. Un trabajo tan digno, como cualquier otro, y os ahorraréis una pasta en Gillette, espuma de afeitar o cera, ésa que usáis.

viernes, 13 de agosto de 2010

EL PLANETA TIERRA


Imaginemos que un día, pasa como en las pelis de Hollywood. Imaginemos que por alguna extraña razón, los extraterrestres vienen a nuestro planeta, ya sea rollo "Independence Day", con muy malas pulgas a liquidar la especie humana, o rollo "E.T". o "Alf" a hacerse nuestros amigos.

¿Cómo podríamos explicarles a estos seres, qué es nuestro planeta?. Podríamos empezar diciéndoles que se llama Tierra, aunque habría que reconocer, que como nombre no nos lo hemos currado demasiado. Pero sí, en esencia se llama Tierra, porque está formado fundamentalmente por tierra, o eso se creía los que la bautizaron, porque en realidad debería de llamarse Agua, porque el planeta está formado por un 70% de agua.

Pero al final, por costumbre, y por no tener que cambiar todos los atlas del espacio exterior y los mapas, que sería un follón bastante serio, mejor lo dejamos así.

Bienvenidos al planeta Tierra, amigos extraterrestres. Les podríamos explicar que en este planeta hay mucha vida, porque hay muchísimos seres vivos poblando el planeta en sí, y les podríamos decir que nosotros, los seres humanos, somos la especie dominante, la especie más fuerte, pero esto es mentira, porque un simple golpe mal dado en la nuca, nos mata, que esto mejor no decírselo que haber si van a ser como los de "Mars Attack", y tampoco es plan de ir dándoles pistas.

Podemos decirles, que somos la especie más abundante, pero esto es mentira también, porque tú juntas a los integrantes de seis o siete hormigueros, y ahí ya hay más hormigas que humanos. O podríamos mentirles diciendo, que somos la especie más grande, pero a la que vieran un elefante, pues nos pillarían.

Lo que sí podíamos decirle es, que somos la especie más mentirosa, y paradójicamente sería la única manera de no mentirles.

En este planeta hay muchos animales aparte de nosotros, y los clasificamos en familias;
Primero están los mamíferos, de los que formamos parte. También hay aves, que da mucha rabia, porque pueden volar, y eso molaría mucho, pero no pasa nada, porque entre humanos hay más de un pajarraco, y mucho buitre.

También hay reptiles, que son animales de sangre fría, y se reproducen por huevos, como los cocodrilos o las serpientes. También hay peces, que son los que pueden respirar debajo del agua, y son los únicos que han podido saber qué hay debajo del mar, aunque tampoco es tan espectacular, porque todos sabemos que lo único que hay en el fondo del mar, son las llaves, matarilerilerile.

Y luego están los anfibios, que son un poco difíciles de explicar, pero en general son los más pros de los animales, porque pueden respirar dentro y fuera del agua, y esto mola. Porque cuando se derritan los polos, y todo el planeta quede inundado, pues podrán sobrevivir.
¡¡Ah, eso!!, ¿los polos?, los polos son grandes masas de hielo de diferentes colores y sabores, que nos comemos en verano. No, en serio, los polos son grandes masas de hielo, pero grandes, grandes, que por alguna extraña razón, están en las puntas del planeta.

Que yo no acabo de entender porqué están ahí. Quiero decir, tú vas a una discoteca, y te pides un cubata, y el hielo siempre va hacia arriba, flotando ahí, para no dejarte beber con tranquilidad. Así que el polo del norte, bien. Pero… ¿y el polo sur?. O sea, yo no lo acabo de entender, y mejor dejarlo así, antes de poner demasiado en evidencia mi ignorancia.

El ser humano puede ser muchas cosas, pero también es terriblemente maligno, y tenemos un poder destructivo impresionante. Para las moscas y mosquitos, hemos inventado el insecticida, que es un gas que los mata simplemente al respirarlos.

Pero de gases sabemos un montón los humanos, porque sabemos que es malo para el planeta, pero nos da igual, y emitimos unos gases supertóxicos, y nocivos que contaminan, y destruyen la capa de ozono. ¡¡Ah!!, ¿que no sabes qué es la capa de ozono, amigo extraterrestre?, pues es una especie de capa de muchos gases buenos, que nos protegen de los rayos chungos del Sol, y nos permiten tener aire en el planeta, y así no morir ahogados.

Pero mira si somos chulos, que aún sabiendo que sin aire, la palmamos, pues la vamos destruyendo poco a poco, rollo temerario. Además también contaminamos los ríos, con residuos tóxicos que luego van al mar, extraemos petróleo y luego lo volcamos al mar también, y eso que nosotros también somos agua y la necesitamos para vivir, pero también nos da igual.

Y no sólo eso, sino que también, talamos los árboles, los reventamos, los cortamos, los incendiamos, y sabemos que son los que nos proporcionan oxígeno para vivir, pero nos da igual.

Además, en general, el ser humano, tampoco tiene mucho respeto a la vida, pero ni a la de los animales y plantas, ni a la de nuestra propia especie, porque estamos haciendo guerras continuamente para matarnos unos a otros, y cada día tenemos armas más perfeccionadas, que matan de una manera más eficaz, así que, querido amigo alien, ¿tú estás seguro que quieres venir a este planeta?.

Piénsatelo dos veces, porque si vienes a matarnos a todos, tampoco te preocupes, ten un poco de paciencia, y en unos cuantos años ya estará toda la faena hecha, y tú no te tendrás que ensuciarte las manos. Y si vienes a invadirnos, y quieres luchar contra nosotros, bueno... tú mismo, pero si somos capaces de hacernos lo que nos hacemos entre nosotros mismos, imagínate si pillamos a uno de los tuyos.

Y supongo que te habrás dado cuenta, que convivir con nosotros tampoco es fácil, porque a fin de cuentas, lo destruimos todo, y todo lo que nos parece raro o extraño, lo matamos, por si acaso.

Después de esto, seguramente, el alien saldrá cagando leches, así que, no hay riesgo de invasión alienígena. Pero de hecho, tampoco creo que vaya a ser necesaria. A este paso, la peor invasión que va a sufrir y ha sufrido, ha sido la nuestra, la de los humanos.

Igualmente, aunque los seres humanos seamos un poco desgraciados, para qué ocultarlo, lo que sí está claro, es que hemos tenido la suerte de vivir en un planeta tan increíble y tan precioso como el que tenemos, y del que aún nos quedan tantas y tantas cosas por descubrir y aprender.

Así que, como diría el gran Louis Armstrong; “what a wonderful world”

martes, 10 de agosto de 2010

LAS HORMIGAS


Una hormiga es un insecto que a duras penas mide un par de milímetros, y sin ningún tipo de dudas, es un animal fascinante. Los seres humanos deberíamos de aprender muchísimo de ellas.

Porque tú ves a una hormiga sola y dices; “¡¡vaya mierda de bicho!!”. Que para pisarla tienes que hacer puntería, para darle bien. Pero una hormiga, ¡¡atención!!, es capaz de levantar cincuenta veces su propio peso. Porque si una hormiga pesa un gramo, que normalmente pesan menos, significa que pueden levantar cincuenta gramos.

Esto aplicado a las personas, si nosotros pudiéramos hacer lo mismo, es como si yo que peso 75 kg, pudiera levantar 3.750 kg. O sea, es como coger mi coche, y llevármelo al hombro a los sitios.
La hormiga, brazos no tiene, lo que significa que yo pudiera levantar 3.750 kg, con la boca. Eso sí que es un cuello potente.

Otra cosa curiosa de las hormigas es que tienen patas, tienen concretamente seis patitas, que os puede parecer práctico, ¿y si nos pasase a nosotros?. ¿Sabéis el follón que tendríamos para emparejar los calcetines de seis en seis?, pero aún podría ser peor, imaginaos el efecto de esos seis calcetines quitados a la vez, después de haber estado currando doce horas. Imagínate tu propio olor a pies, que sólo son dos, multiplicado por tres.

Tú ves a una hormiga y dices; ¿las manos dónde las tienen?, porque como ya he dicho, no tienen brazos, ni mucho menos manos. Lo que significa que lo más parecido que tienen a las manos son esas antenitas en forma de ele, tan monas que tienen en la cabeza. Es decir, toda la interacción que tiene con el mundo, la hace con las antenas y con la boca.

Además en un animal increíblemente resistente. Porque tú por ejemplo, si ves a una hormiga caminando sobre la mesa del comedor, si eres alguien que no tiene aprecio por la vida, pues la aplastas con el dedo, pero si te da “cosilla”, la empujas fuera de la mesa, ya sea con la mano o soplando, pero si nos basamos en un principio de proporcionalidad, si la hormiga mide dos milímetros máximo, y la tiras desde la mesa que podría ser de un metro más o menos, es como si a ti, que mides 1´75, te tirasen de 875 metros, es como un edificio de 350 plantas, y ¡¡ojo!!, que los cálculos son reales, que podéis comprobarlos, que me he tirado un buen rato, que soy de letras, y mira si me ha costado.

Imagínate caer de 875 metros, y sobrevivir, porque la hormiga lo hace. Porque yo he visto casos de gente, que se han tropezado con un bordillo, y la han “palmao”.

Aunque lo más increíble de las hormigas es su capacidad de organización, porque tú las ves, que encuentran un sitio donde hay comida, y van a saco, pero a saco a por ella, ahí en grupo, que hasta aquí es lógico, las ves que van todas en fila, van totalmente ordenadas.

Eso debe ser, porque las hormigas deben ser inmigrantes o algo así, porque yo creo que, una hormiga española eso no lo hace, porque eso de ir en cola, ¿de que?. Eso le pasa a una hormiga española, y lo primero que hace es pegarle un empujón a la de delante para colarse, y aparte tardaría mucho más rato en acabar el curro. Se quedarían por ahí echando la siesta entre la hierba… lo típico de los españoles.

Pero lo más increíble de las hormigas también, es cuánto curran, quiero decir, tú ves a una hormiga, y nunca en ningún momento dejará de currar, siempre, a excepción de la reina, las ves siempre currando pero, a pico pala, pico pala, esto aquí no podría pasar. O sea, los humanos no podríamos funcionar como las hormigas, porque estaríamos todo el día escaqueándonos, escondiéndonos por los sitios, y eso no está bien.

Las hormigas en sí, tienen un enemigo terrible y devastador, que no es otro que, el terrible oso hormiguero. Lo único que tiene este animal es, una lengua, o sea, no tiene más.

Tengo una duda; si el oso hormiguero, se llama oso hormiguero porque come hormigas, el pájaro carpintero, ¿qué come?.

sábado, 7 de agosto de 2010

LOS CUENTOS INFANTILES






Los cuentos infantiles no hay por dónde pillarlos. Por ejemplo el cuento de Caperucita Roja.





Una niña supermaja, que le llevaba comida a la abuelita en su cestita, que por alguna extraña razón, en un pueblo de unos seis habitantes, la abuela vivía en el bosque, así que, por lo que se ve, Caperucita Roja no tenía un nombre normal, porque claramente era una hija no deseada, porque si tú sientes amor por tu hija la llamas Ana, Laura o María, y no la llamas como una prenda de vestir. Que es como si vuestros padres os hubieran llamado Pantalón Verde o Camiseta Azul.

Otro personaje del cuento, es el lobo, que quería comerse a Caperucita Roja, pero se ve que le gustaba currarse las cosas, porque en vez de atacarla frontalmente, desgarrarla y destriparla hasta que sólo quedasen los huesos, porque no nos olvidemos que estamos hablando de un animal salvaje y depredador, pues el bicho se pega un sprint bastante serio hasta la casa de la abuelita, una vez allí se la come, que ya hay que tener estómago y poco respeto por la tercera edad, para comerte una señora de ochenta y pico años, se viste con sus ropas y se mete en la cama.

En esto que Caperucita llega a la casa de la abuelita, y bueno…. una de dos; o Caperucita tenía un problema de miopía bastante serio, o la abuela tenía más pelo que Chubaka, porque no se da cuenta de que lo que está metido en la cama, no es su abuelita, sino un lobo.
Pero bueno, Caperucita sin darse cuenta de nada, le pregunta al lobo, que se ve que se había tragado todos los episodios de Barrio Sésamo en un día, rollo “Maratón Don´t Stop”. Le preguntaba;

- “¿Y esas orejas tan grandes que tienes, para qué sirven?”

Y el lobo, que se lo había estudiado la noche anterior:

- “¡¡Son para oírte mejor!!”

Y Caperucita:

- “¿Y esa nariz tan grande, para qué sirve?

Y el lobo:

- “¡¡Es para olerte mejor!!”

Aunque lo mejor del cuento, es el final. Porque al preguntarle por su boca, el lobo al que por fin le había llegado su momento de gloria, que llevaba planeando, le dice:

- “¡¡Es para comerte mejor!!”

Y se la zampa.

Pero en esto, que aparece un cazador, se carga al lobo, le raja la tripa, y de ahí saca a Caperucita y a la abuela… ¡¡vivas!!.

Vamos a ver, ¿estamos seguros de que el malo del cuento era un lobo, y no una boa constrictor?. Quiero decir, ¿este lobo no masticaba, o que?. Y en el caso de no masticar, ¿cuánto tarda un lobo en hacer la digestión?. Y mejor aún, ¿cómo se sobrevive dentro del estómago de un lobo?, ¿hay bombonas de oxígeno?. Porque lo mismo, antes de trincarse a la abuela y a la niña, se había tragado a un buzo, y compartían la bombona, porque si no, no lo entiendo.

Pero no sólo eso, ¿y el cazador?, no veas que instinto, porque sin que nadie le avise ni nada, entra en casa de una anciana indefensa, y se encuentra un lobo al que matar. A no ser que, todo fuera pura casualidad, y en realidad sólo entraba en casa de la dulce abuelita, porque tenía un lío con ella.

Luego está el cuento de los tres cerditos:




Que básicamente eran tres hermanos cerdos, pero no cerdos como todos los tíos, sino cerdos de animal, esos que te contagian la gripe y la palmas. Pues como en todas las familias, había un hermano listo, uno medio listo y uno subnormal. Pues bien, en este cuento, los hermanos cerditos deciden emanciparse, y cada uno se hace una casa.

El subnormal piensa, - “¡¡total, para el porvenir que tengo, una casita de paja, y voy que me estrello!!”, “¡¡total, es que da igual!!”.

El medio listo, que es más pijo, piensa; - “¡¡yo una casa no me hago, yo me construyo un apartamento rústico, todo de maderita barnizada, todo supercool, vale!!”.

Y el inteligente piensa; - “¡¡pues tal como está la vida, yo voy a invertir en ladrillo, que me han dicho que esto dentro de unos años aparecerá no sé qué historia de una burbuja inmobiliaria, y así podré especular un poco!!”.

En esto que vuelve a aparecer un lobo, como malo de la historia, pero no el lobo – boa constrictor de antes, no. Éste es el ser vivo, con la potencia pulmonar, más increíble de toda la historia de la naturaleza, desde que el planeta da vueltas.

Entonces aparece el lobo, y cada cerdo se mete en su casa para salvar su vida, que yo no sé qué manía tienen los lobos con comerse a los protagonistas de los cuentos. Pero este lobo, que era todo un poeta, dice algo así como; “¡¡soplaré, soplaré y la casa tiraré!!”. O sea, sublime. Música para mis oídos. No tengo palabras. Ni Federico García Lorca, ni Unamuno, ni Espronceda. El lobo de los tres cerditos. Donde se ponga él.

Entonces el bicho, va primero a la casa de paja, coge un poco de aire, pero nada, lo normal. Empieza a soplar, desencadena un tornado de fuerza D25 y la casa sale volando, pero el cerdito subnormal se salva milagrosamente, no me preguntéis cómo. Y corre a refugiarse al apartamento del cerdito medio listo, y más de lo mismo; “¡¡soplaré, soplaré y la casa tiraré!!”, tornado de fuerza D53, y el chalet rústico a tomar viento, y nunca mejor dicho.

Pero mira que son listos estos cerditos, corren a refugiarse a la casa del cerdito listo, ahí bien fuerte, hecha de cemento y ladrillo, una casa curradísima. Y el lobo ya, echando los pulmones por la boca, pues más de lo mismo; “¡¡soplaré, soplaré y la casa tiraré!!”, pero la casa no la tiró, pero ¿por qué?, porque está superbién construida, pues no, porque el cerdo inteligente, que fue el primer especulador inmobiliario de la historia, seguro que se agenció los fondos reservados para la compra de materiales, y la casa en realidad era una mierda de pladur mal hecha, pero… ¿qué queréis?. Tú te crees que el lobo, por muy lobo que sea, después de desencadenar dos tornados de fuerza mayor, ¿le queda fuerzas para algo?.

Que ya estaba hecho polvo, que ya ni poesía ni tonterías. Si por poco no la palma, por el sobreesfuerzo. Entonces le da un arranque da rabia, después de todo el curro hecho. Y le entra complejo de Papa Noel, intenta colarse por la chimenea de la casa, pero el cerdo listo que además era muy “apañao”, estaba preparando un caldito de pollo, la mar de rico.
Así que el lobo se cae en la olla gigante de caldo hirviendo, se escalda, y decide hacerse vegetariano.

La moraleja de este cuento es: no te mates mucho en hacer las cosas, porque te lo curres más o menos, siempre puede aparecer un desgraciado con malas intenciones, y fastidiarte la historia, con un simple soplido.

También está el cuento de: Pedro y el lobo.



La historia es que había un niño que era un poco cabroncete, por decirlo suave, que le molaba dar falsas alarmas, y asustar a la gente, y se ponía a gritar; - “¡¡que viene el lobo, que viene el lobo!!”. Entonces veías a todos los pastores guardando a las ovejas en la granja, o sea, lo típico. Y bueno, luego el chaval partiéndose la caja; - “¡¡que era broma, hombre, si es que… inocentes!!”.

Y claro, como estuvo repitiendo la broma durante siete meses a diario, pues los pastores ya no se lo creían. Hasta que, una vez fue verdad que vino el lobo, y se pegó un atracón de ovejas que no veas. Que en parte yo me alegro, porque creo que es el único lobo de la historia de los cuentos, que tiene final feliz.

Lo que no se explica en el cuento, es que Pedro, tuvo que exiliarse del país, y hoy en día es un fugitivo de la justicia, porque se enfrenta a un pleito, y le piden un pastón en daños y perjuicios por calumnias e injurias.

La moraleja está clara: mejor no mientas, o te demandarán.

jueves, 5 de agosto de 2010

LAS SILLAS


Las sillas son algo, que nos lleva mucho tiempo acompañando a lo largo de la historia, porque el ser humano antes de ser humano, era mono, de mono pasó a estar más erectus, pero como estar todo el día de pie, es muy cansado, se inventaron las sillas. Una silla es un mueble, que utilizamos para sentarnos y así descansar o estar más cómodos. Pero en realidad, la silla es el mueble más desdichado y desgraciado dentro del mundo del mobiliario.

Es posible que nunca lo hayáis llegado a pensar, pero a ti cuando alguien te cae mal, le sueles dar la espalda, pues a la silla constantemente le estamos dando la espalda, y eso no tiene que ser agradable para las pobres sillas, y mira que las pobres se están esforzando a lo largo de la historia para conseguir nuestro amor, pero no ha habido manera.

Al principio eran de piedra, y claro, ellas pensaban que era su dureza lo que hacía que la gente les diera la espalda. Luego pasaron a ser de madera, en un esfuerzo sobrehumano para agradarnos un poco más, pero la cosa seguía igual. Incluso hoy en día, ya son de materiales plásticos que son suaves y lisos, y hasta se han puestos cojincitos para que estemos más cómodos, y así le demos algo más de cariño, pero no hay manera, siempre le damos la espalda.

¿Qué pasa?, pues que las sillas ya se han resignado, y en su pequeño corazoncito de mueble, han acumulado una cantidad de rencor increíble. De ahí surgió la silla eléctrica. Que ella pensó; “¡¡así que nadie me quiere, todo el mundo me hace Bullying, y se ríen de mí, pues os mataré a todos!!”.
Pero no todas las sillas se lo tomaron de la misma manera, otras sillas siguieron esforzándose por ser bien vistas, y por fin recibir el agradecimiento que bien se merecían, y así nacieron; las sillas de ruedas. Ofreciendo su ayuda a quien más lo necesitaba, dando una posibilidad de movimiento a aquellos que no la tenían, o la perdieron.

Y fue en este punto, donde todas las sillas del mundo, se dividieron en dos bandos; las sillas buenas y las sillas malas.

Las sillas buenas evolucionaron aún más, para ser más cómodas, y ofrecernos mucho más confort, pero renegaron de su nombre, y optaron por otro nuevo, así rollo “borrón y cuenta nueva”, y empezar de cero. Se convirtieron por ejemplo en butacas de cine. Incluso las más bondadosas evolucionaron en algo infinitamente superior; los sofás.

Que eso sí que es bonito y agradable. O sea, tú te sientas en un sofá, y como son tan cómodos, acabas tumbándote, te quedas dormido, y te acabas echando una siesta, y así consiguieron los beneficios de las camas, las pobres sillas ahora convertidas en sofás. Y ya nunca más le dimos la espalda.

Pero también hubo el lado oscuro sillil, un lado oscuro que decidió conservar su nombre de silla, por el honor y el orgullo que les caracterizaba por sentirse tan sillas. Las más radicales fueron las sillas eléctricas, como ya he mencionado antes, incluso otras llamadas sillas de tortura. Pero otras sillas decidieron volcar toda su maldad de una manera muy sutil, y más disimulada, por ejemplo; las sillas de clase.

No importa si son del cole, del instituto o de la uni, son unas sillas demoníacas. Que tú te sientas y no lo notas, pero poco a poco, según pasan los minutos, te van provocando un terrible dolor en aquello que tanto odian, la espalda y el culo. Tú no te das cuenta, pero a la media hora, tu culo empieza a tomar una forma apaisada, casi plana, hasta llegar al típico hueso del culo, y duele, pero no sólo eso, tu espalda acaba cediendo al peso de tu propio cuerpo, y al final se acaba curvando, que pareces el jorobado de Notre Dame. Ésa es la venganza silenciosa de las sillas del cole.

Y ya por último, existe una especie una facción de las sillas, que ya no entienden ni de rencor, ni de amor ni de nada. Son las sillas indiferentes, disidentes de su estirpe; los taburetes.
Se extirparon la parte del respaldo, convirtiéndose en una especie de silla, en la que lo único que prevalece es el asiento. Tú vas con toda tu buena fe a sentarte ahí, y no hay opción de estar cómodo, porque no hay dónde apoyarse, pero a los taburetes no les importa eso. Ellos ya no se preocupan por nosotros, simplemente existen como tal.

Sí es cierto, que muchas veces la usamos como si fueran una miniescalerilla, y la usamos para alcanzar sitios donde no llegamos, poniéndoles los pies encima, pero a ellos le da igual.

En cualquier caso, este mundo de las sillas, es amplio y extenso, así que cuando os sentéis en cualquier tipo de asiento, pensad en el corazoncito de madera, o de polietileno de las sillas, y de vez en cuando, agradecedle el hecho de que os estén aguantando, porque sólo ellas saben lo pesados que podéis llegar a ser.

lunes, 2 de agosto de 2010

CUANDO SE VA LA LUZ


Voy a hablar de uno de los momentos más duros, a los que se expone el ser humano, a lo largo de su existencia, que es; cuando se va la luz. Es un momento en el que estamos perdidos.
Por ejemplo, tú estás en casa y de repente se va la luz, y la casa se queda en silencio. La nevera se calla, que es un detalle muy insignificante, pero todo el mundo lo nota. Es como si te afeitas las cejas, es un detalle nada más, pero todo el mundo lo nota, y todo el mundo te dice; “te veo algo extraño”.

El problema es que la luz, se va sin avisar, y tarda en volver, y eso que va a la velocidad de la luz, pero tarda en volver, no sabemos a dónde va, pero tarda en volver.

Al principio, cuando se va la luz es como si no te lo crees, al principio hay una fase de negación, y pasamos mucho tiempo comprobando que efectivamente, se ha ido la luz, dedicas mucho tiempo a cerciorarte. Entonces, le das a los interruptores, a ver si es la bombilla… luego dices; “en casa no hay luz, vamos a ver el timbre de la puerta, para ver si fuera hay luz”.

Entonces le das al timbre de la puerta, y no funciona, luego te asomas a la escalera, a ver si los vecinos tienen luz, como si le fueras a pedir un poco; “¡¡oye, me podéis dar una tacita de luz!!”. Sales a la calle a ver si hay luz, y ves que no hay luz, enciendes la tele a ver si hablan de un apagón mundial, pero no hay luz, enciendes la tele y no funciona, y te quedas allí un poco frustrado.

Sucede entonces que ya has comprobado que no hay luz, ya está claro, y la familia se vuelve a juntar. Como no hay tele, ni música, ni internet, ni nada, cada uno sale de su guarida, y se reúne con los demás, y entonces dice alguien; “¡¡creo que se ha ido la luz!!”.

Sin embargo, pueden suceder varias cosas, que se hayan ido los plomos. Si se han ido los plomos, eso se arregla rápido, y no hay ningún problema. Pero si no, la cosa va para largo. Entonces cada miembro de la familia, tiene una preocupación. La madre, la nevera. “¡¡Se está derritiendo todo, va a empezar a salir agua, se va a pudrir la leche, las frutas, los peces y todo esto!!”, “¡¡Oh, Santo Dios, que vamos a hacer!!”.

El padre obsesionado con desenchufar todos los electrodomésticos, porque si no, cuando vuelva la luz, pueden explotar las cosas, como si la luz volviera impetuosa, como un encierro de San Fermín.

Luego el hermano mayor, agobiado porque sabe que le van a mandar a poner en hora, todos los relojes a los que se les ha ido la luz.

La luz suele tardar en volver, aunque vaya a la velocidad de la luz, pero de repente, sin que nadie se lo espere, ¡¡plim!!, es como magia, vuelve la luz, vuelves a escuchar la nevera, el padre vuelve a enchufar los aparatos, y todo vuelve a funcionar, porque cuando vuelve la luz, los radiorelojes despertadores y los videos, se quedan marcando cero- cero, y esa es la señal de que todo, ha vuelto a la normalidad.