sábado, 28 de agosto de 2010

EL FÚTBOL


Toda esta movida empezó cuando el ser humano pasó de ser un australopitecos, que básicamente era un mono que caminaba a cuatro patas, a hommo erectus. Fue en el momento en el que empezamos a caminar a dos patas.

Porque igual pensáis que esto del fútbol es moderno y tal, pero no, esto viene de lejos, de muy lejos. Y la explicación es muy sencilla. Pensad en un animal que camine a cuatro patas, por ejemplo un perro. ¿Por qué un perro se defiende, y ataca usando los dientes?, pues porque no puede dar patadas. Y así empezó esto del fútbol, por la inherente necesidad, casi biológica, del ser humano de patear cosas.

Por eso, hoy en día, nos gusta tanto pegarnos largas pateadas, o cuando alguien nos cae mal lo tratamos a patadas, o cuando alguien nos molesta le damos una patada en el culo. En cambio, los animales que caminan a cuatro patas, los cuadrúpedos, no pegan patadas, pegan coces, como los caballos o los burros. Se inventase el fútbol de esa manera, sería un poco más complicada, aunque al final la diferencia con los burros, tampoco fue tanta.

Pero lo importante del fútbol es, que nos gusta mucho pegar patadas, pero ¿a qué?. Porque pegarle patadas a la gente, quieras que no, es una falta de respeto, así que se buscó algo que patear sin herir a nadie. Y así se inventaron las pelotas. Pero los inicios de las pelotas, desanimaron un poco a la gente, porque como por aquellos entonces, no se conocía ni el cuero ni las cámaras de goma, pues las primeras pelotas eran de piedra.

Y quieras o no, chutar una piedra, era doloroso bidireccionalmente, primero para ti, que es el que recibe el primer golpe, y te dejas el pie hecho polvo, y segundo para quien recibiera el pelotazo, que quieras que no, eso se llama lapidación.

Así que al principio el fútbol, no era muy popular, hasta que se mejoró el formato, y ya se inventaron pelotas que no dolieran demasiado al chutarlas. La cosa fue mejorando, hasta tener los balones de cuero de hoy en día, más suavecitos y menos dolorosos.

Luego ya llegó el momento en el que se necesitaba algo, a lo que chutar esos balones, y se inventaron las porterías, que suelen ser de unos cuatro o cinco de largo, y dos coma cinco de alto, que las miras y dices; “¡¡marcar un gol es muy fácil!!”. Claro, pero porque ahora estamos jugando a la versión chupada del fútbol, rollo dificultad “very easy”. Porque tiempo atrás, los mayas o los aztecas en general, hacían lo mismo, pero en vez de porterías rectangulares de cinco metros, tenían una especie de portería de veinte centímetros de diámetro, y que encima estaba a cuatro metros de altura colgada en la pared, ¡¡que anda que no se lo pasaban bien!!.

Pero entonces, para dar más espectáculo, ya se mejoró el tema, y ahora tenemos porterías bien grandes, para que porteros como Ed Warner de Oliver y Benji, (que para ser japonés tenía un nombre bastante americano), pueda hacerse una palomita, y estarse flotando en el aire durante tres minutos, y si por lo que sea, el efecto del balón le ha engañado, que puede ser, pueda darse la vuelta, apoyarse en el palo contrario para impulsarse, y volar durante cinco minutos más en dirección contraria, porque eso quieras que no, en una portería de veinte centímetros, pierde el encanto.

Y es que el fútbol mueve montañas, aquí en España se le llama el deporte rey, ¡¡pero eso es muy injusto!!, ¿en qué momento subió al trono?, ¿quién lo coronó?, porque a mí me parece, que este deporte fue un poco como Napoleón, y que él mismo se puso la corona.

Pero sí es cierto que en este país, la inmensísima mayoría, somos unos súbditos fieles, porque cada fin de semana le rendimos pleitesía, y lo adoramos como si fuera un dios.

Entonces se inventó el futbolín, ¿qué es un futbolín?, es una especie de juego que se inventó un asturiano para simular fútbol cuando no hay fútbol. Pero si lo analizas bien, es bastante sádico.

Porque tú miras a los jugadores, que están en el terreno de juego, siempre con la clásica estrategia tres - cuatro – tres, que esto no falla nunca, que están hechos de metal o de madera, pero que están ensartados con una barra metálica a la altura de las costillas, eso en mi pueblo se llama empalamiento, y además siempre un futbolín, cuando ya tiene un tiempo, no es un juego alegre y festivo, parece más bien, una enfermería de la Segunda Guerra Mundial, porque al jugador que no le falta un brazo, le falta una pierna, o no tiene cabeza, o yo que sé.

Es un esclavismo, porque por ejemplo tú estás currando, te cortas un brazo, te dan una baja por discapacidad, cobras pasta mientras estás en tu casa, y no vuelves a trabajar nunca más. Pero esos pobres muñecos, ¡¡madre mía!!, un poco de misericordia, que yo he llegado a ver muñecos de futbolín sin brazos, sin cabeza, y con una sola pierna, y los siguen teniendo ahí puestos, que serán muñecos, ¡¡pero pobrecillos!!.

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