jueves, 8 de diciembre de 2011

LA CURIOSIDAD

El ser humano es muchas cosas, pero en general es curioso. Es decir, cuando éramos monos, esa curiosidad fue la que nos empujó a evolucionar y a dejar de serlo.

Por la curiosidad se descubrió el fuego, se inventó la rueda, las porras para apalear a los animalitos... y todos estos inventos, siguen vigentes en la actualidad. El fuego, que es lo que usamos para intentar ligar en los bares, ¿tienes fuego?. La rueda, que es fundamental, hoy en día casi todo tiene ruedas; los coches, las sillas de oficina, los carritos del Carrefour, aunque cada una de ellas “va a su bola” y así es imposible que el carro vaya en línea recta. Y las porras para apalear, bueno.. tú vete a una comisaría de policía, y ponte a gritar en la puerta de que estás “indignao”, y ya verás si se ha mantenido la tradición de las porras para apalear, que incluso las han mejorado.

Pues esa curiosidad también nos hace querer saber qué hacen los demás, que planteado así tampoco es negativo. Saber qué hacen los demás puede ser útil y además se puede aprender de ellos. Es decir, nosotros hoy en día tenemos queso, porque un día miramos lo que hacían los franceses, tenemos arroz porque un día miramos lo que cultivaban los chinos, y como también hemos mirado a los Estados Unidos y al Mcdonald, tenemos un país lleno de gordos.

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