¿Qué pasaría si de repente
empezásemos a hablar, con todas las expresiones que han estado de
moda a lo largo de nuestra vida?
“Efectiviwonder”. Vamos a
expresarnos con palabras como: “chachi piruli”, “Juan
pelotilla”, o “yavestruz”, “¿a que mola mazo?”
De momento, podemos imaginarnos un
debate sobre el estado de la nación, con el líder de la oposición
diciéndole al presidente del gobierno:
- “¡¡La cagaste, Burt Lancaster!!”, “¡¡Tú lo que eres, es un Pink Floyd!!”, “¡¡No merece la pierna” que usted siga con esas políticas!!, “¿Pero qué Pretenders?”, ¡¡si sigue usted así, “parece menterio” que se va a generar “más tensión, que en el bautizo de un Gremlins!!”, “¡¡que no te enteras, Contreras!!”.
Y claro, el presidente del gobierno,
respondería:
- “¡¡No te enrrolles, Charles Boyer!!”, no pienso echar marcha atrás en las reformas, porque aquí “el menda lerenda” cumple con su obligación, “¿te coscas o no te coscas?”, “en fin Serafín, que más corre un galgo, que un mastín”.
A lo que el líder de la oposición
respondería:
- Yo lo que quiero es que me “croquete” usted, algunas medidas, y que sus reformas tienen al país “más parado que los ojos de Espinete”, y que cuando la gente se manifiesta por los desahucios, usted piensa, “a mí plin, yo duermo en Pikolín”, y quiero que usted sepa, que “se atormenta una vecina”, y “ahora vas, y lo cascas”.
El presidente del gobierno, no tendría
más remedio que cargar las tintas y tirar de clásicos como:
- “Toma geroma, pastillas de goma, bota rebota y en tu culo explota”, “le juro por Snoopy” que vamos a salir de la crisis, que ya podemos vislumbrar algunos brotes verdes, “que te quiero verdes”. O sea, que llega uno y gana las elecciones, le nombran presidente, y ahora tiene que hacer lo que dice usted, ¿no?, pues “nasti de plasti”, que ahora el presidente soy yo, y si no le gusta, ya se puede usted “ir con Curro al Caribe”, pero tardará en llegar, que es usted “más lento que el caballo del malo”, y “tiene menos detalle que el salpicadero de un Seat Panda”.
Y claro, el líder de la oposición
respondería:
- O sea, que aquí el dinero “se pierde más que la diez once”, y nadie hace nada, o sea, que según el gobierno vivimos en un mundo “guay del Paraguay”, que eso no te lo crees ni tú, pues “okey makey”, “para ti la perra gorda”.
Y claro, ante tal enfrentamiento
verbal, el presidente de la cámara tendría que poner un poco de
orden:
- “Haya paz, haya paz, sosiego y razón y el plus para el salón”, “y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho”.