Hoy hablaré sobre esa extraña barrera infranqueable, que separa a las personas, más que cualquier religión o ideología: las sábanas.
¿Quién no ha tenido miedo alguna vez, y se ha camuflado dentro de una sábana?. Claro, porque puedes oír un ruido, y que ese ruido, sea un ladrón o un violador, pero tú, al taparte la cabeza con la sábana, creas un muro impenetrable, para aquel que lo quiera penetrar, sobre todo si realmente se trata, de un violador.
Yo crearía las sábanas portátiles, ¿para qué tener guardaespaldas, pudiendo tener una sábana, que te guarda todo el cuerpo?. Imagínense, que le llama por la calle alguien peligroso, pongamos... su vecino. Usted no quiere cruzarse con su vecino, porque va hacia casa, y su vecino vive curiosamente en su misma finca, además no dispone de temas de conversación, y el tiempo es muy normal.
La solución es fácil, se tapa con una sábana y sigue caminando. Aumentaría la mortalidad en España, y los accidentes urbanos, pero se evitarían conversaciones intrascendentes... y serían reemplazadas por: "¿Te enteraste de lo que le pasó al vecino?".
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