jueves, 21 de febrero de 2013

PATATAS




No entiendo por qué hay que ponerle otros sabores a las patatas, si ya están buenas tal como son. ¡¡Patatas sabor jamón!!. Las patatas sabor jamón son algo muy normal hoy en día.

Es que siempre a la comida, le ponemos el sabor de otra cosa más cara. ¡¡Patatas sabor jamón!!, ¡¡Philadelphia con sabor salmón!!, nunca es al revés, por ejemplo; Caviar con sabor a Chopped. Una vez vi a unas patatas que eran Lays con sabor a pollo al horno con limón y tomillo, ¿cómo te sale esa cuenta? ¿haces un pollo al horno y luego dices; restregadle unas patatas?

Ahora hay unas patatas que son al punto de sal, y me alucina que hayan tardado tantos años en encontrar el punto justo, llevan décadas haciendo patatas, además las anuncian sin ningún reparo en lugar de avergonzarse por llevar años poniendo cantidades descompensadas de sal.

Aunque mis favoritas son las patatas a la receta campesina, porque siempre que miro a los ingredientes pienso, ¿en qué campo puedes encontrar ribonucleótido disódico, glutamato monosódico, proteína hidrolizada de soja y dextrosa? No sé, supongo que esta receta la inventó un campesino que tenía su huerto en Chernóbil.

lunes, 4 de febrero de 2013

MÓVILES



El móvil ha tomado el control de nuestras vidas, hasta llegar a convertirse en algo que ya forma parte de nosotros mismos. El ejemplo claro está en que se dice; “Yo soy Vodafone”, ¿Tú que eres? ¿Yo? Yo soy Movistar. No decimos; “la compañía que gestiona mis gastos telefónicos es Vodafone” o “tengo Vodafone”, sino, “Yo soy Vodafone”.

Como si fueran unas de las características íntimas que nos definen como persona. “Hola, soy Luis, soy hombre, soy vegetariano y soy Movistar”. Es algo que sólo hacemos con el teléfono. Nadie dice; “Soy Unión Fenosa”, o ¡¡eh!!, ¿tú eres Playstation? Pero sí decimos: “Juan es Orange”.

Y es que tenemos asumido que el teléfono somos nosotros, de hecho decimos; “No puedo hablar mucho más, me estoy quedando sin batería”. Como si en lugar de una persona fueras un robot. Somos esclavos del móvil, somos tan esclavos del móvil que pensamos que es superior a nosotros, se ve claro cuando alguien dice; “Este teléfono es libre, pero yo.... yo soy Vodafone”. Él puede hacer lo que quiera, ir donde le plazca, yo no, yo tengo permanencia, tengo que permanecer aquí.

Y el móvil se da cuenta de todo esto, y aprovecha nuestra debilidad. Todas esas veces que marcas, y te dice: “La persona a la que llama, no está disponible en este momento”. Como si el móvil te dijera; “Eh, tío, yo sí que estoy, es la persona la que te ha fallado, estoy aquí dándote el cien por cien, conmigo puedes contar, pero las personas...... de esas no te puedes fiar, de hecho mira, cuéntame la información confidencial que quería decirle y yo se la daré tal cual, pero espera, espera..... no hables todavía, habla después de la señal que yo te daré, porque no lo olvides, aquí mando yo.