viernes, 30 de octubre de 2009

LOS BOTONES


Hoy quería hablar, acerca de unos pequeños seres que son: los botones.

Los botones, no son buena gente. Un día, de repente, tienes prisa, te tienes que poner la camisa a toda velocidad, y ellos se resbalan, no caben en el ojal. ¡¡No colaboran!!.

El problema de los botones, es que, su vida depende un hilo, y a nosotros nos da igual. Muchas veces pasa. Tú miras un botón, y te das cuenta de que, le sale un hilo. Y sabes, que si tiras de ese hilo, el botón deja de ejercer su profesión. Pero no lo podemos evitar. Tiras del hilito y..... ¡¡piuuuuu....!!, pero bueno, lo coses y ya está.

Hoy en día, perder un botón, no es un problema. Porque, no sé si os habéis fijado; ahora las camisas, traen su fila de botones, y luego, abajo del todo, uno que no tiene donde abrocharse.
Que yo lo cogía y decía: - “¡¡A ver si es que, se me ha caído un ojal!!”.
¡¡Pues no!!, ese botón es como la rueda de repuesto.

Si es que, los botones son unos pesados. Por eso se inventó la cremallera. Bueno, pero las cremalleras; se estropean. De repente, la subes y te pasa una cosa superdesconcertante; se abre por abajo.
O se te atrancan, que es peor.

Te vas a subir la cremallera, y no sube. Y tiras, y no sube. Y dices; “¡¡Ya no tiro más, si no quiere, no quiere!!”.

Y todo esto ocurre, porque no tratamos con el cariño que se merece a los botones, y a las cremalleras. Tratemos con cariño a los botones, y a las cremalleras.

A las cremalleras, porque se estropean, y a los botones, porque dependen de un hilo.

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