Caminando el martes pasado por la calle, muy de mañana, cuando un hombre extraño, (a quién no conocía) me abordó y me dijo: “la verdad revelada es ésta: que todos los animales, todos sin excepción, se vuelven racionales durante cinco minutos en algún momento de sus vidas.
En esos cinco minutos comprenden lo que son, para qué están aquí y cuál es su futuro. Entienden el cosmos, entienden la Creación y conocen el papel de cada uno en el engranaje de la vida. Después de esos cinco minutos, que suele pasar de pie, inmóviles y alucinados, vuelven a ser irracionales y prosiguen con sus vidas, sin tener jamás recuerdo alguno de aquel tiempo en el que fueron plenamente conscientes de sí mismos y del Universo".
Miré a aquel hombre y no dije nada. Estaba asustado de lo que acababa de oír. Lo rodeé y me alejé tan deprisa como pude. Entonces, de repente, me entraron ganas de hacer pis y busqué una farola. Levanté la pata y ¡¡anda!!, ¡¡si hay otro perro!!.
Voy un momento a olfatearle el culete. Si me disculpan…
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