Equis camina. Sigue caminando, se topa con Zeta.
Equis dice: - ¡¡Hola!!, y Zeta contesta: - ¿Cómo te va?.
Equis dice: - ¡¡Más o menos!!. ¡¡Tengo problemas!!.
Zeta pregunta: - ¿Puedo ayudarte en algo?.
Equis dice: - ¡¡Sí!!, ¿me cambias de cabeza?.
Zeta contesta. - ¡¡Sí!!.
Ambos se quitan la cabeza. Mutua entrega de cabezas. Equis se coloca la cabeza que antes era de Zeta y viceversa.
Equis dice: - Bueno, ¡¡gracias!!.
Zeta contesta: - ¡¡De nada!!.
Equis sigue su camino y se topa con Uvedoble.
Uvedoble exclama: - ¡¡Carlos!!.
Equis contesta: - ¡¡Andrés!!. ¿cuánto tiempo?.
Uvedoble dice: - ¿Cuánto tiempo de qué?.
Equis dice: - ¡¡No sé!!.
Uvedoble pregunta: - ¿No me cambias la cabeza?.
Equis contesta: - ¡¡No gracias!!, ¡¡la tengo recién cambiada!!.
Uvedoble pregunta: - ¿Por qué lo hiciste?.
Equis contesta: - ¡¡Esta cabeza me gusta más!!.
Uvedoble dice: - ¡¡Pero si la tienes puesta, no te la puedes ver, así no puedes disfrutarla!!.
Equis pregunta: ¿Y qué sugieres?.
Uvedoble contesta: - ¡¡Que me la cambies por la mía!!, ¡¡Así vas a poder contemplar libremente tu cabeza, con todos sus atributos!!.
Equis se quita la cabeza diciendo: - ¡¡De acuerdo!!.
Mutua entrega de cabezas. Colocación de las mismas.
Uvedoble dice: - ¡¡Bueno, adiós Andrés, fue un placer verte!!.
Equis contesta: - ¡¡Estás en un error!!, ¡¡yo soy Carlos, Andrés eres tú!!.
Uvedoble dice: - ¡¡Eso era antes, ahora es al revés!!.
Equis dice: - ¡¡De ningún modo!!, ¡¡No por darte mi cabeza, voy a cederte mi identidad!!, ¡¡yo por lo menos razono!!.
Uvedoble contesta: - ¡¡Es lógico, ya que tengo puesta tu estúpida cabeza!!.
Equis dice: - ¡¡Ese insulto no me inmuta, porque esa cabeza no es la mía original, se la cambié a uno, y….!!.
Uvedoble exclama: - ¿Entonces tú no eres Carlos?.
Equis contesta: - ¡¡Claro que no!!, ¡¡Soy Andrés!!.
Uvedoble replica: - ¡¡Yo me refiero a quien eras antes de cambiarte la cabeza!!.
Equis contesta: - ¡¡Eso no lo recuerdo!!, ¡¡mi memoria se quedó en la otra cabeza!!.
Uvedoble dice: - ¿Me devuelves mi cabeza?, ¡¡que estoy incómodo así!!.
Equis se quita la cabeza diciendo: - ¡¡Sí, toma!!, ¡¡Yo ya no quiero cabezas!!.
Equis sin cabeza sigue hablando y dice: - ¡¡Puedes usar las dos!!.
Uvedoble se queda con las dos cabezas puestas y dice: - ¡¡Gracias!!, mientras se va.
Equis también se va caminando, y con el estómago va pensando: - ¡¡Da igual!!, ¡¡soy ventrílocuo!!.