El número cien. Un número bonito. Bonito y redondo. A todo el mundo le gustan las cosas bonitas y redondas, porque... molan.
El cien es un número de que por sí, es especial a nivel matemático, porque ha generado su propio símbolo, ése que es, dos pelotitas separadas por un palito en diagonal %, que yo no sé exactamente en qué se inspiraron para dibujar el símbolo.
Y a su vez, ha generado también su propia operación aritmética; el tanto por ciento. Muy pocos números han sido elegidos para cumplir requisitos especiales, y marcar un antes y un después en las matemáticas. Tenemos por ejemplo el 3´14 que se le ha llamado el número pí, ¿por qué?, no lo sé, tampoco soy matemático yo.
Incluso para que veáis lo mucho que sé de matemáticas, sin ser matemático, también está el número 2´71 conocido como el número e. Pero este número no mola tanto, porque es un número que nunca atiende a razones. Siempre ha sido un número un poco, irracional.
Cien es un número bonito, por algo que ya no existe, pero que molaba un montón; las pesetas. Concretamente 100 pesetas. Esa monedaca de color dorado, sólo superada en tamaño, por la mítica moneda de 500, que la podías tirar a alguien, y tranquilamente matarlo. Que molaba un montón porque, esta moneda, y esta cantidad económica dio pie, a unos de los comercios más máximos y más geniales de la historia del comercio; las tiendas de todo a 100.
Que también hay que meter un apunte aquí. Y es que, por alguna extraña razón, la moneda de 100 pesetas, también se le llamaba veinte duros, que es una cosa que nunca entendí, ¡¡que manera más tonta de complicarnos la vida!!. Aclaración para los más jóvenes; un duro, eran cinco pesetas, con lo cual, volviendo a las mates, veinte por cinco, es igual a cien. Cien pesetas eran veinte duros, que yo sigo sin entender porqué se hacía esto.
Una vez alguien me dijo:
- ¡¡Es que así, abrevias la palabra!!
- ¡¡Mentira!!, ¡¡Cien pesetas, tiene once letras, y veinte duros tiene exactamente las mismas, y encima hay que multiplicar!!
Lo curioso es que, con la llegada del euro y el redondeo, las tiendas de todo a 100, pasaron a ser; todo a 1 euro, que no me digáis que no, que eso suena muy feo.
Cien son las patas que tiene un cien pies. Cien fueron los años de soledad escritos por Gabriel García Márquez. Cien es el 57% de la palabra ciencia, pero sólo el 44% de su madre, que todos sabemos que es, la paciencia.
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