lunes, 6 de diciembre de 2010

LOS FASCÍCULOS


Cualquiera monta hoy un quiosco de prensa, y digo cualquiera, no por los problemas de permisos de licencia que eso supone, sino por el terreno y el espacio que hace falta, ya que antiguamente con una casetilla de dos por dos, se tenía bastante para poner los tres periódicos, y las dos revistillas que había.

Hoy día por ejemplo, si quieres montar un quiosco, te hace falta un edificio como el Corte Inglés de grande por lo menos, porque con tanto periódico, tanta revista de todo tipo, y sobre todo, tanto coleccionable por fascículo, los quiosqueros se tienen que volver majareta.

Y lo malo no es la revista coleccionable en cien entregas, lo malo es el cartón que traen, que en algunas ocasiones son más grandes que el techo del quiosco. Pero claro, el pobre quiosquero no va a poner estos cartones en el techo, para que nadie le compre ese fascículo nuevo número uno, del que tanta gana tiene de deshacerse.

Y si solamente fuesen dos o tres las colecciones que salen cuando llegan los meses de Septiembre y Octubre, todavía tendría un pase, pero son tan numerosas, que es imposible abarcar tanto producto. Por eso decía antes, que hoy día, ni en el Corte Inglés cabrían tantas revistas.

En la rama de la música, no sólo puedes tener el mejor Jazz por fascículos, sino que puedes conseguir el mejor Soul, la historia del Rock, los clásicos más populares, el mejor Flamenco, y hasta la vida del Camarón de la Isla. Además por supuesto, de que puedes aprender a bailar las sevillanas en una semana, un mambo en otra, y un chachachá en un plis plas.

Para los amantes de la guerra y de las pistolitas, te puedes comprar los soldaditos de plomo de los diferentes ejércitos del mundo. Que un soldado por semana, como tengas que juntar un batallón, te puedes llevar veintisiete años comprando fascículos.

Te puedes pillar el de las armas más famosas, te puedes montar un avión, que te lo dan por piezas, o te puedes comprar de una en una, las medallas que se ponían Hitler y Napoleón. Te puedes montar un barco de tablita a tablita, te puedes montar un robot, tornillito a tornillito, o te puedes montar el escenario de la batalla de Waterloo, piedrecita a piedrecita.

Además de que puedes tener, la revista coleccionable de los mejores libros de acción, de todas las novelas de Ágatha Christie, o de Alfred Hitchcok, o de los mejores libros de terror, de ciencia ficción o de poesía.

Eso sí, todo esto en el plazo de un año, porque en Septiembre del que viene, no sólo saldrán nuevos coleccionables, sino que se reeditarán todos estos que ya he mencionado.

Como las mejores recetas del Arguiñano, los mejores postres caseros para principiantes en el repostería, y la cocina de España contada por los mejores cocineros, región a región. Los cocteles más atrevidos, y la historia de los vinos del país. Además de que semana a semana se pueden comprar también los fascículos, en los que puedes aprender a hacer puntos de cruz, bordar, como nuestras abuelas, a programar un ordenador o a hacerte tu propia ropa.

Si a todo esto le sumamos, que existen una colección de cromos, de perfumes, de coches en miniatura, de camiones a escala, además de las colecciones de piedras preciosas, de hierbas medicinales... ¡¡Son más de cincuenta los cartones de las revistas!!, y son los que tienen que exponer los pobres quiosqueros, de los cuales, tendrán que colocar por lo menos, tres de cada uno.

Y todo esto…. ¡¡para nada!!. Porque yo no conozco a nadie, que haya terminado una colección de estas.

Así que, dentro de poco podremos aprender a comernos las uñas, por fascículos.

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