lunes, 11 de mayo de 2009

FÚNEBRE DIÁLOGO


EL: Ya nunca me preguntas por el trabajo.

ELLA: No me resulta agradable ¿sabes?.

EL: Trabajo en una funeraria, ¿no te resulta agradable?. Los muertos son personas, bueno lo fueron, no te metas con los muertos, porque es lo que yo pienso ser, cuando sea mayor.

ELLA: Odio ese humor negro tuyo...

EL: Es que, hay cierto oscurantismo en el mundo de los muertos. Ellos... si pudieran hablar, exigirían respeto... eso, y permiso para ir al váter.

ELLA: Lo que no quiero es, que para ti, hablar de la muerte, sea como hablar del tiempo, para cualquier otra persona.

EL: Podemos hablar del tiempo, si lo prefieres. Ahora llega el calor, y hay que tener un buen aire acondicionado. Hay gente, que muere de golpes de calor.

ELLA: Ya te llevas el tema a tu terreno.

EL: ¿El calor?.

ELLA: ¡La muerte!.

EL: Me alegro que saques el tema, porque 5 de cada 8 especialistas, dicen que la muerte provoca alopecia.

ELLA: ¿¡Pero qué dices!?. ¿Quieres hablar de la muerte?. ¡Hablemos!. Tú que lo sabes todo, a ver, ¿qué hay después de la muerte?, ¿Lo sabes?. Catedrático funerario, ¿qué hay?. ¿Qué pasa cuando uno muere?. ¿Adónde va?. (Despacio y profundamente). ¿Qué hay después de la muerte?.
(Breve silencio)

EL: Espasmos.

ELLA: ¡¿Cómo?!.

EL: Sí, espasmos. Te mueres y te pones a temblar. Yo personalmente creo que es ilógico, se debería temblar antes de morir.

ELLA: (Se levanta) Hasta aquí hemos llegado.

EL: ¿Qué te pasa?. ¿Estás enfadada?.

ELLA: No quiero pasarme la vida, con un hombre obsesionado con la muerte.

EL: Entonces, no te debería presentar a mi amigo, el que vende seguros de vida.

ELLA: Adiós.

EL: ¿A dónde?.

ELLA: ¡A ningún sitio!. ¡Adiós!. ¡Me voy!

EL: Pues si quieres estar con un hombre, que no esté obsesionado con la muerte, Dios no es el más indicado. Recuerda que tienes que estar muerta, para contactar con Él. ¡Nos vemos pronto!

ELLA: ¡No!, No nos veremos nunca más.

EL: Sí, nos veremos pronto. ¿No hablaste con el médico?.

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