El mundo está lleno de barras;
- barras de labios,
- barras de turrón,
- barras de hielo,
- barras de pan...
Y no me impresiona, porque las barras atraen a la gente.
- barras de labios,
- barras de turrón,
- barras de hielo,
- barras de pan...
Y no me impresiona, porque las barras atraen a la gente.
Es como si tuvieran un imán. Tu pones una barra en cualquier parte y, a los diez minutos tienes cien personas alrededor, no falla.
Escuchan las palabras mágicas; “¡¡barra libre!!”, y no falla.
Otra barra, que ejerce mucha atracción es la barra del autobús urbano.
La gente se mata por agarrarse a ella. Bueno, algunos incluso se matan, por no agarrarse.
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