lunes, 7 de diciembre de 2009

LOS PIJAMAS


Últimamente los pijamas me quitan el sueño.

El pijama es para mí un océano de dudas. Para empezar, ¿cómo se mete un pijama en casa?. Porque nadie ha dicho nunca:

- ¡¡Huy, esta tarde tengo que comprarme un pijama sin falta...!!.

Pero si la gente no compra pijamas... ¿cómo llegan a las casas?. Pues como los bombones y las flores; se regalan.

Esto hace que renazcan en mí las dudas pijamiles: ¿para qué les ponen botones?, ¡¡que se clavan!!. Creo que si cada uno tuviera que comprarse sus propios pijamas, los harían sin botones. Pero..... como es para otro, nos da igual, que se fastidie. La gente es así. Como es para regalo, da igual que sea molesto.

¿Para qué los bolsillos?. No sólo no metes nada en ellos, sino que, si un día metes algo, lo pierdes para siempre.

La más grande duda sobre los pijamas llega ahora: ¿Cada cuánto hay que echar a lavar un pijama?. ¡¡Eso no lo saben ni las madres!!.

Tampoco entiendo lo del esquijama. ¿Por qué se llama así si nadie va a esquiar con él?. Es como un chándal, pero..... no tan elegante. Está hecho con tela de gamuza de limpiar las gafas, y tiene una goma muy fina en la cintura, que siempre está floja.

Pero las gomas de las muñecas, y de los tobillos, son como grilletes: te cortan la respiración.

Te dicen:

-¡¡Qué moreno estás!!

-¡¡No, es el esquijama, que me aprieta un poco!!

No hay comentarios: