lunes, 20 de julio de 2009

LAS TIRITAS


Las tiritas son el engaño de las farmacéuticas, más clamoroso y menos denunciado.
Asúmanlo, las tiritas son un placebo, no valen absolutamente, para nada.

¿Cuándo recurrimos a las tiritas?. Cuando nos hacemos un cortecito, o cuando se nos infecta un padrastro, etc. Lo que quiero decir es, que cuando nos ponemos una tirita, sabemos que la herida se va a curar sola, pero aún así, nos la ponemos, no vaya a ser, que nos desangremos, y manchemos todo el comedor.

Una tirita, puede ser el empujoncito que alguien necesita, para su vida social, porque, a todo individuo que tiene una, en cualquier dedo, es víctima de una misma pregunta, una pregunta universal, rutinaria, pero bella a su vez, como una mañana de Noviembre... ¡¡qué gran mes!!...

-¿Qué te ha pasado en el dedo?

Ya puedes tener la uña verde, incluso puede, que te aparezca una extraña mancha en la yema del dedo índice, que tú siempre responderás:

-Nada, que me corté.

Como en todo, llega el día de la despedida, el momento en el que te tienes que quitar la tirita, es un momento duro, porque te reencuentras con tu arrugado y viscoso dedo, embadurnado de pegamento gris oscuro, que procede de la tirita, ¿por qué no hacen tiritas con velcro?.

Podrían hacer tiritas de marca, y así, por lo menos, reconoceríamos, que nos las ponemos por pura estética.

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