miércoles, 26 de agosto de 2009

LAS PIEDRAS


Existen unos pequeños objetos que van de duros por la vida, pero que, en el fondo tienen su corazoncito; las piedras.

El problema de las piedras es, que han tenido una infancia muy dura. Nacieron en la Edad de Piedra, una época en la que todo lo que se fabricaba era de piedra.

Llegaba uno con toda la ilusión del mundo:

- ¡¡Oye, oye, que he inventado el flotador!!
- ¡¡Pues muy mal!!. ¡¡No es el momento!!

Y, claro, con esos comienzos tan duros, las piedras se curtieron, se tuvieron que adaptar, y se hicieron crueles, porque era la ley de la selva.

Primero fueron puntas de lanzas, luego hachas de sílex. Siempre se lo montaban para hacer daño, hacían su propia guerra.

En esta época, sólo se ejercían como revolucionarias, las piedras grandes, que hacían un hacha, una maza, o se lanzaban en catapultas. La piedra grande se compadecía de la pequeña:

- ¡¡Oh, pobre piedrecita!!, ¡¡no puede luchar!!
- ¡¡Sí, espero a que inventen los zapatos, para hacer la guerra de guerrrillas!!

Una piedra en un zapato es un martirio. Y el tiburón blanco de las piedras en el zapato, es la piedra que se mete en la bota Chiruca de exursión al campo. Va royendo tu pie y piensas; “¡¡No pasa nada, mi piel es dura, horadada pero no sangra. Soy capaz de mover el pie y desplazarla a un sitio donde no moleste!!”.

Y empiezas a culebrear con el pie, a dar saltitos... El movimiento es, literalmente bailar la jota, saltando a la pata coja, y dando pataditas al suelo con la punta del zapato. ¡¡Y es inútil!!.

Después de caminar kilómetros, sufriendo como un nazareno, te quitas la bota, sacas la piedra y dices; “¡¡Bueno, parece que ya no va a hacer más daño!!”.

Pues no, porque aún sirve para tirarla como tirachinas, y sacar un ojo a alguien. Que hoy en día te ponen un ojo de cristal, y ya está, pero imaginaos esto en la Edad de Piedra:

- ¡¡Oye, que he inventado el ojo de cristal!!
- ¡¡Que no!!, ¡¡que ahora no es el momento!!

No hay comentarios: