viernes, 11 de septiembre de 2009

LAS ARMAS


Las armas definen perfectamente, en qué punto se encuentra la inteligencia humana.

Somos suficientemente inteligentes como para fabricar armas, pero no tanto, como para usarlas.

La capacidad de fabricar armas, es precisamente, lo que diferencia a los hombres de los animales salvajes.

¿Qué hubiera pasado, si el hombre no hubiera inventado las armas?. Pues nada, porque no las inventó el hombre, las inventó Dios. Estaban Adán y Eva en el paraíso, sin inventar armas ni nada, comiendo manzanas, por hacer algo original, y va Dios, y manda un ángel con una espada de fuego. Los pobres Adán y Eva, no tenían ni idea de lo que era aquello.

- ¿Qué es eso, Eva?
- ¡¡Es un arma!!
- Ya, pero... ¿es un arma blanca, o un arma de fuego?

Y, claro, Adán y Eva, que querían ser como Dios, empezaron a hacer armas.

Las primeras armas que inventaron, eran muy burdas. Y, claro, costaba mucho matarse. Al final lo conseguían, pero las guerras duraban una barbaridad: la guerra de los Cien Años:

- ¡¡Mamá, que me voy a la guerra de los Cien Años!!
- ¡¡Vale, pero si vas a tardar más, llama; que si no, ya sabes que no me duermo tranquila!!

Eso, si tu familia era benevolente, porque en otras casas pasaba esto:

- ¡¡Mamá, que me voy a la guerra de los Cien Años!!
- ¿Cien Años?. De eso nada. ¡¡Tú, a los noventa, en casa!!
- Jo... ¡¡A todos mis amigos les dejan hasta los cien...!!

Para estos casos, las madres tienen un argumento que les encanta:

- ¿Qué pasa?. ¿Qué si todos tus amigos, se tiran por un barranco, tú también te tiras?

Yo creo, que ese argumento, ya no debería de valer.

En aquella época, las armas eran casi todas de pinchar: espadas, sables, puñales... Y, claro, los seres humanos, cuando mataban a un semejante, lo tenían delante. Le miraban a los ojos, y no podían evitar dentro de su corazón, un sentimiento raro que no les gustaba.

Entonces, los seres humanos, que cada vez eran más inteligentes, inventaron unas cosas para matar desde lejos: los cañones. Y luego salió la versión de bolsillo: las pistolas.

Las lanzas, las bolas de cañón, las pistolas... No son malos inventos, el problema es que, no los usamos con inteligencia. Si os fijáis, las lanzas, las bolas de hierro, las mazas o las pistolas, se utilizan en las Olimpiadas, y no le hacen mal a nadie.

El hombre sigue haciéndose inteligente, y todavía no se ha dado cuenta, de que, todo lo que ha intentado solucionar con armas, no queda solucionado del todo. Queda.... así, así.

Al fin y al cabo, nadie sabría responder a esta duda existencial; las armas para qué se inventaron, ¿para atacar, o para defenderse?.

No hay comentarios: