EL TIEMPO

Quería hablar de un concepto al que, no se le trata con el cariño que se merece; el tiempo.
El problema del tiempo es que, se inventó desde épocas muy remotas, se desconoce su origen, y lo que pasa es que, no sabemos utilizarlo, y es una pena.

Los hay que, desde pequeños le han comprado un reloj digital, y lo cronometran todo. Dicen;

- ¡¡Voy a ver cuánto tardo de mi casa al colegio!!.

Y luego, existen otras personas que le da igual del tiempo, pasan de él, no le tratan con cariño.

- ¿Cuánto vas a tardar?
- ¡¡Un segundo?
- ¿Cómo que un segundo?, ¡¡Eso es mentira!!.

Y la gente lo dice, y nos quedamos tan tranquilos.

Otras personas son más originales, y tienen otra unidad de tiempo, todavía mayor que un segundo; un segundito.

- ¡¡Te atiendo en un segundito!!.

Y nos quedamos tan anchos.

Después están los que, inconscientemente maltratan al tiempo;

- ¡¡El otro día vi a Carlos!!
- ¿Cuándo?
- ¡¡El otro día!!

O sea, el otro día, ¿qué es el otro día?. Puede ser antes de ayer, o puede ser hace seis años, excepto hoy, los demás días, son “el otro día”.

O sea, tú vas a un examen de historia, y te preguntan;

- ¿Cuándo se descubrió América?
- ¡¡El otro día!!

Y yo creo, que te la dan por válida.

Pero a mí, me parece mal, porque:

- Los científicos se están esforzando inventado maneras súperminuciosas de medir el tiempo.
- Los suizos inventado relojes.
- Los aztecas haciendo calendarios superprecisos...

Y nosotros, estamos haciendo caso omiso al tiempo.

De hecho, hay personas que no saben para qué sirve.
Una chica, se da cuenta de que ya no eres el hombre de su vida, y te dice;
- ¡¡No, es que necesito tiempo!!
- ¿Para qué necesitas tiempo, si no sabes cómo se usa?

Luego hay una cosa del uso del tiempo, que a mí me indigna, yo lo digo con toda la fe del mundo, pero a mí me indigna, y es cuando dicen la edad de los bebés en muchos meses;

- ¿Cuántos años tiene el niño?
- ¡¡39 meses!!
- ¡¡Dilo en años!!, ¿cuántos son 39 meses?, ¿eso en Euros cuánto es?
- ¡¡Nada, un segundito!!

Yo creo que, España es uno de los países en los que, menos se respeta el tiempo.
Por ejemplo; el otro día estuve viendo la película de “Italian Job”, que trata de unos minis, que roban el oro.
Tenían un plan superconcreto, o sea un plan superminucioso;

- Ocho y veinte y cinco------------ entramos, cogemos el botín
- Ocho y veinte y siete------------- escapamos por las escaleras
- Ocho y veinte y nueve------------ nos vemos en el callejón

¿Os imagináis eso en España?

Es España sería;

- El botín lo cogemos a eso de las ocho y media, nueve menos cuarto.
- Luego cuando veamos que tal salimos, ya si eso, nos llamamos

Eso ha hecho mucho daño al tiempo, lo de “ya si eso nos llamamos”.

El teléfono móvil, está aniquilando al tiempo. Antes, por ejemplo, cuando no existía el teléfono móvil, se quedaba a una hora, y ya está.
Pero ahora, con el móvil, la gente no queda a una hora.

- ¿Salimos?
- ¡¡Sí!!
- ¿A qué hora quedamos?
- ¡¡No, ya si eso te doy un toque!!

La gente está dejando de usar el tiempo, y es una pena.

El tiempo pasa, y nosotros lejos de cogerle cariño, le cogemos manía.
Lo que pasa, es que, es un invento tan antiguo, que se va a morir de viejo, porque no acabamos de entender cómo se usa.