La oscuridad no es algo que me preocupe, en todo caso me podría preocupar la luz, porque la oscuridad solamente es ausencia de luz, aunque la ausencia, no es algo que me preocupe, tampoco, y la preocupación menos, me es indiferente, aunque la indiferencia, si es algo que me preocupa muchísimo, porque la considero una actitud vergonzosa, cierto que la vergüenza no me preocupa, antes si me preocupaba, no llego a ninguna conclusión, es que las conclusiones me exasperan, yo prefiero los puntos de partida, no por la partida, por los puntos, yo siempre trato de acumular puntos, y no es por los puntos en sí, sino por la acumulación, la acumulación entendida como una cosa sola, no como un cúmulo de otro, porque yo los cúmulos los disgregaría, para mí las cosas tienen que ir solas, no juntas, porque juntas forman otras cosas, y eso trae complicaciones, aunque yo a las complicaciones no las tengo miedo, lo que me asusta es lo simple, lo simple no se sabe como se forma, ahí es donde está el misterio, aunque mentiría si dijera que los misterios no me importan.
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